En lenguaje simple y llano: se trata de ser candil de la calle y oscuridad de la casa.
Y es que el 5 y 7 de noviembre, Carlos Tlapaltotoli Ramírez, empleado de la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial, envió sendas cartas al delegado de la Contraloría en la dependencia, Alejandro Lavalle Martínez, para solicitarle que acate la baja de Assenet Lavalle Arenas, para que pueda él asumir las direcciones y áreas a su cargo.
En el escrito le pide que actúe con el proceso de entrega-recepción, conforme al memorándum SDROT01/13/508 en el que se le faculta relevar a la funcionaria, pero resulta que ella se niega a entregar la oficina, además de que tiene acceso a la toda la documentación e información disponible.
El caso del que también tiene conocimiento el director general de administración de la SDRSOT, Miguel Efrén Cervantes Pérez, revela un descarado tema de nepotismo.
Pues el delegado contralor Alejandro Lavalle Martínez es primo de la prima: Assenet Lavalle Arenas.
¿Sabrá Eukid Castañón que su delegado en la SDRSOT protege a su familiar?
La información a la que tiene acceso Assenet Lavalle es delicada, pues se trata de las direcciones de Desarrollo Urbano y Suelo; Ordenamiento Territorial; Medio Ambiente; Recursos Naturales y Geografía.
Tlapaltotoli Ramírez tenía que haber asumido la nueva encomienda desde el 31 de octubre, pero la prima del delegado contralor se rehúsa entregarla, porque se siente muy protegida.
La Campaña Anticorrupción que pusieron en marcha el contralor Eukid Castañón y el secretario General de Gobierno, Luis Maldonado, pretende combatir las malas prácticas en el sector público.
Empiecen por el delegado de la Contraloría y su prima.
@AleMondras