06-05-2024 03:00:27 AM

Silencio cómplice en BUAP

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Por orden del juez Sexto del Circuito Judicial se suspendió la elección para dirigir la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), después del amparo 1501/2013 interpuesto por el académico Arturo Rivera Pineda.

A Rivera Pineda le fue negado el registro para contender por la dirección de la unidad académica, debido a que rebasaba los 75 años de edad, restricción estipulada por la convocatoria.

La Legislación de la BUAP, creada en la década de los noventa, faculta a la institución a definir su forma de gobierno y método de elección de las autoridades académicas.

Sin embargo, el juez ordenó y la BUAP acató.

Lo preocupante es que nadie en la institución defiende la autonomía universitaria. Si el derecho ciudadano de participar estaba estipulado en la convocatoria y el juez determina que se le conceda el registro, tuvo que sesionar el Consejo de la Unidad Académica para permitirlselo, pero no suspender el proceso.

El ex rector de la BUAP, José Doger Corte, lamentó —en una entrevista concedida al programa de radio Al Portador— que no se haya respetado la autonomía de la institución y que se permita la violación de la Ley y del estatuto universitario.

Coincidió en que se sienta un precedente y, ahora, un juez podría intervenir incluso en el proceso de elección del próximo rector.

¿Qué pasa en la BUAP?

¿Puede defenderse afuera el estatuto cuando no se respeta adentro, luego de nombrar a una psicóloga como secretaria académica?

Ahora más que nunca vale recordar las palabras de Martin Niemöller, erróneamente atribuidas a Bertolt Brecht:

Cuando los nazis vinieron por los comunistas, me quedé callado; yo no era comunista.

Cuando encerraron a los socialdemócratas, permanecí en silencio; yo no era socialdemócrata.

Cuando llegaron por los sindicalistas, no dije nada; yo no era sindicalista.

Cuando vinieron por los judíos, no pronuncié palabra; yo no era judío.

Cuando finalmente vinieron a por mí, no había nadie más que pudiera protestar

Así, se aplicaría:

Cuando los jueces vinieron por Derecho, me quedé callado; para chingar a Nares.

Cuando jubilaron a Nares, permanecí en silencio; yo no era narista.

Cuando llegaron por las vicerrectorías, no dije nada; yo no era agüerista.

Cuando vinieron por el Consejo Universitario, no pronuncié palabra; yo soy contador.

Cuando vinieron por mi rectorado, no había nadie más que pudiera protestar.

alemondras@iCloud.com

@AleMondras

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