El secretario de Obra Pública del municipio de Puebla, Felipe Velázquez Gutiérrez, negó que haya procedimientos irregulares para la adjudicación de obras, aunque refirió que existen personas que se hacen pasar por empleados a su cargo y que intentan obtener obras menores como desazolve de ríos y barrancas así como pavimento y bacheo de calles.
El funcionario explicó que existen siete denuncias penales por estos casos, debido a que se trata de personas que se han presentado con empresarios portando tanto el chaleco distintivo de su departamento, así como documentación con firmas falsas tanto de él como del director de Obras, Miguel Ángel Macip.
Velázquez comentó que estos casos se reportan desde inicios de año y que los fraudes han sido de entre 40 y 80 mil pesos, con la característica que los acuerdos se hicieron fuera de las oficinas de gobierno.
También comentó que tienen fotos de una de las personas que han usurpado funciones, y otro tipo de datos que investiga la sindicatura y la contraloría municipal, aunque señaló que no hay avance ni en la investigación propia, ni en la de la Procuraduría General de Justicia (PGJ).
Velázquez insistió que ni él, ni el directo de obra u otro trabajador de su área han sido denunciados ante la contraloría municipal, la cual tiene una oficina alterna en su dependencia ya que existe un control riguroso del manejo de recursos para obra pública municipal.
El funcionario respondió así a lo publicado por Status que documentó cómo desde su paso por la Secretaría de Obras públicas de San Andrés, en los tiempos de David Cuautli, Velázquez Gutiérrez se distinguió por la extorsión a constructores para conseguir permisos, tolerancia a violaciones flagrantes de leyes, reglamentos y normas vigentes.
En la labor cuenta con el apoyo de Miguel Ángel Macip Molina quien al principio del trienio se desempeñaba como subdirector de obras, pero cuando Velázquez fue nombrado secretario, mueve cielo mar y tierra para desbancar a Rodolfo Rondero Pacheco y disputarle vía Macip el control absoluto de los contratos de obra pública.
Macip trata directamente con los constructores y fija la comisión a cobrar.
13, 15 y hasta 18 por ciento, según la empresa, el tamaño del contrato y la necesidad de trabajo del constructor.
Pacta siempre el pago de la comisión por adelantado, aunque el contrato no haya sido siquiera asignado, situación que ha enojado a algunos empresarios que pagaron y jamás recibieron la obra prometida.
Velázquez se aparece solo en casos “especiales”, los de mucho dinero o los de auténtica emergencia; es decir, cuando hay atrasos o se complica el pago de la dádiva.