El dirigente estatal del PRI, Pablo Fernández del Campo, sentenció que a pesar de las descalificaciones en su contra y de los que ya levantan la mano para sucederlo, no se adelantará el proceso de renovación de la dirigencia y dependerá del Comité Ejecutivo Nacional emitir la convocatoria. En tanto, se mantendrá buscando la unidad del partido.
Al negarse a confirmar si el proceso para renovar la dirigencia del partido se emitirá en enero, el también diputado plurinominal electo subrayó que la dirigencia nacional del tricolor será la que defina el momento en que se haga la renovación obedeciendo a las prioridades que tenga el partido a nivel nacional pues por ahora la prioridad es que avancen las reformas estructurales que propone el presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
En este tenor minimizó las declaraciones de Javier López Zavala quien recientemente pidió, otra vez, la salida del actual dirigente. “Él es abogado y sabe lo que dice. El Comité Ejecutivo Nacional por estatutos, por ética y por jerarquía es al que le toca hablar de los cambios de la dirigencia estatal y a eso me atengo, y lo que me corresponde ahorita es estar generando una transición adecuada para cuando se tenga que dar haya esas condiciones óptimas para el priismo poblano y en eso voy a seguir trabajando, en generando condiciones para una transición adecuada”, dijo.
En tal marco de igual forma minimizó que Jorge Morales Alducin levantara la mano para dirigir al PRI en la entidad, destacando que no se puede hablar de adelantados cuando ni siquiera hay una convocatoria por lo que llamó a los militantes a la mesura y a trabajar por la unidad del partido.