Que precisamente fue el último Congreso del Estado de mayoría priista, el que contribuyó a que en el 2010, el entonces gobernador electo de Puebla dispusiera de la Ley para no rendir cuentas de sus viajes.
El 15 de diciembre del 2010, la bancada priista, encabezada por Humberto Aguilar Viveros, y a la que pertenecía Pablo Fernández del Campo, avaló reformas que permitieron al hoy gobernador realizar viajes a discreción sin informar sobre el destino, gasto al erario o la extensión del recorrido al Poder Legislativo.
Durante la última sesión ordinaria de ese año, las fracciones priísta y panista en el Congreso aprobaron las reformas al artículo 77 de la Constitución Política, con las que se concedió al mandatario ausentarse hasta por 15 días de su cargo, sin notificárselo a nadie.
“Si esta ausencia excede los 15 días pero no rebasa el mes, sólo tendrá que comunicarlo a la Comisión Permanente del pleno local. Y si el viaje a territorio nacional o el extranjero se prolongara por más de 90 días, entonces el propio gobernador tendrá la facultad de nombrar a algún funcionario como mandatario interino”.
La excusa de los diputados emanados del Partido Acción Nacional, quienes propusieron la iniciativa, es que “la dinámica política así como las relaciones internacionales exigen mecanismos más flexibles para que el titular del Ejecutivo pueda viajar sin ataduras. A decir de los parlamentarios, la propuesta procurará por una parte dar mayor dinamismo a las facultades del gobernador y reducir la ya de por sí cargada agenda de trabajo del legislativo”.
Los priistas marinistas se sumaron, sin chistar.
Así, gracias a la mayoría marinista de ese entonces en el Congreso del Estado, el mandatario poblano ha viajado, sin que se conozcan destinos, gastos, extensión del recorrido y acompañantes al país y extranjero.
Entonces, ¿de qué se quejan ahora los marinistas en el PRI?
Ellos fueron los primeros en abdicar la facultad legislativa de recibir los informes de los viajes del mandatario.
No tienen vergüenza.
Descarados.
@AleMondras
