Es más, el gobernador Rafael Moreno Valle estaba en Nueva York, en el preciso momento en que la Secretaría de Gobernación federal emitía la declaratoria de emergencia para 31 municipios afectados por las depresiones tropicales.
Sin embargo, ahora resulta que se pedirá una suma total de 700 millones de pesos para atender la emergencia por las lluvias. Ya se solicitó un préstamo de 300 millones de pesos a Banobras.
Antes de partir hacia la ciudad del glamour en Estados Unidos, el mandatario giró instrucciones a su secretario de Desarrollo Social, Mario Rincón, para que entregara personalmente el expediente técnico sobre los daños.
La carpeta que se integró para presentarla al secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, tras su visita a Puebla el 16 de septiembre, es todo un misterio.
Y es que fuentes cercanas al proceso revelaron a Al Portador que los datos y las cifras no corresponden necesariamente con la realidad. Se pudieron haber inflado, dijeron.
Se sabe que quien se encargó de operar los números y procesar los datos entregados al gobierno federal para la declaratoria de emergencia y liberación de los recursos del Fonden fue ni más ni menos que Omar Álvarez Arronte, ex líder del PRI municipal en Puebla y ex diputado federal.
Las dudas predominan sobre las certezas, porque se declara una emergencia en un estado en el que su gobernador anda en otras prioridades en Nueva York.
Además, ningún albergue se requirió, las campañas de acopio de ayuda de poblanos fueron para Guerrero y los datos que manejan las delegaciones federales difieren del reporte entregado a Coldwell.
“Todo el apoyo recibirán las autoridades locales para agilizar la declaratoria del Fonden”, señaló el secretario de Energía ante el gobernador.
En esa reunión se habló de caminos bloqueados por derrumbes, pero oficialmente siempre se ha mencionado que ninguna comunidad ha estado incomunicada.
Los mayores daños se han presentado en Tlaola con 134 viviendas, pero tras su regreso de Nueva York, Moreno Valle no ha visitado la zona. Sólo envió a supervisar a Cabalán Macari, secretario de Infraestructura, aunque no se tiene testigo periodístico de que haya ido.
Se atendieron 19 deslaves y se instalaron 8 centros de acopio para que, en caso de ser necesario, se auxilie a la población, dijo en un reporte la Secretaría General de Gobierno.
Desde el 16 de septiembre, día en el que lo peor había pasado, el gobernador ya tenía la cifra de lo que se pediría: 387 millones de pesos.
La Federación subió de 25 a 31 municipios sin que se alterara la cantidad.
Muchos millones para reparar daños que al menos en los hechos no se ven.
Ni la mitad de recursos del Fonden se requerirían, entonces ¿la otra parte para dónde irá?.
La experiencia de 1999 de algo sirvió.
Se ve, se siente.
@AleMondras
