Los docentes de la CNTE siguen en las calles, el movimiento de Andrés Manuel López Obrador hace acto de presencia a partir de este domingo y el gran reto de los mandatarios es contener cualquier brote de inconformidad que contamine sus territorios.
Aunque en el PAN y PRD cada vez son más las voces que censuran la gestión de Enrique Peña Nieto, en Puebla, el gobernador Rafael Moreno Valle se mantiene como un operador de las reformas presidenciales.
Aliados del mandatario en el gabinete de Peña Nieto no viven sus mejores momentos.
Los pésimos indicadores económicos han dejado mal parado al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, mientras que otro personaje con el que mantiene buena relación, Emilio Chuayffet, como titular de Educación, fue rebasado por la crisis magisterial.
Una más, Rosario Robles, secretaria de Desarrollo Social, está hambrienta de afecto político.
Por eso, personajes como el titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, han retomado el control político del país en términos de la interlocución con los grupos inconformes y junto con su subsecretario Luis Enrique Miranda, pide cuentas a los mandatarios de extracción priista.
A los de oposición se los encargaron al presidente de la Conago, Rafael Moreno Valle, aunque cada vez se observa una mayor interlocución con el gobernador de Morelos, Graco Ramírez y el propio Miguel Mancera del DF.
Esta semana será decisiva para evitar la contaminación en el país de las protestas por las reformas estructurales y garantizar que las manifestaciones sigan contenidas en la ciudad de México.
La mejor forma de lograr el efectivo control político para que ningún gobernador use el doble juego es mediante el presupuesto federal del 2014 que ya se advirtió será austero.
Es el juego del poder mantener en paz al país, sobre todo en los feudos donde PAN y PRD buscarán presionar al presidente Peña Nieto.
@AleMondras
