Integrantes del Laboratorio de Neurofisiología de la Conducta y Control Motor del Instituto de Fisiología de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla estudian los efectos de fármacos en un modelo animal, a fin de contribuir a ofrecer un mejor nivel de vida para las personas que sufren de narcolepsia.
María del Carmen Cortés Sánchez, profesora e investigadora de ese Instituto, explicó que la narcolepsia es un trastorno del sueño que se caracteriza, entre otros síntomas, por la hipersomnolencia constante, episodios de cataplejía y alucinaciones en las transiciones de la vigilia al sueño o al despertar.
Abundó que en el laboratorio de Neurofisiología de la Conducta y Control Motor se creó producto de una mutación, el modelo animal TAIEP cuyos signos permiten estudiar el efecto de algunos fármacos y entender los mecanismos que regulan dicho trastorno.
“En la universidad la ventaja que tenemos es que contamos con el modelo animal que denominamos TAIEP por los signos neurológicos que presenta que son: temblor, ataxia, inmovilidad, epilepsia y parálisis. Este modelo anima de los siete a los nueve meses presenta signos característicos de narcolepsia-cataplejía y de los 3 meses en adelante presenta epilepsia del tipo crisis de ausencia por lo que usamos este modelo para estudiar dichos trastornos”.
La doctora Cortés Sánchez puntualizó que con el apoyo de tesistas de licenciatura y posgrado se están probando algunos fármacos, entre ellos el modafinil, que se usa para tratar la narcolepsia.
Acerca de la Narcolepsia
Cortés Sánchez destacó cuatro signos característicos de este trastorno: la hipersomnolencia, o bien presencia de sueño excesivo durante el día; la pérdida súbita de tono muscular ante emociones intensas, “un chiste, broma o susto podría provocar perdida de tono muscular principalmente de las piernas o de otra parte del cuerpo y pueden caer al suelo”.
Asimismo en la transición de vigilia al sueño y viceversa los narcolépticos pueden presentar alucinaciones, ver u oír cosas irreales; por último presenta una transición muy rápida de la vigilia al sueño profundo.
“El humano pasa de la vigilia al estado de somnolencia, luego al sueño de ondas lentas y posteriormente al sueño profundo, que es donde sueña y pierde tono muscular, en las personas que padecen este trastorno dicha transición es muy rápida”, explicó la investigadora.
Indicó que lo grave de este trastorno, es que en cualquier momento del día la persona narcoléptica se puede caer con un simple chiste o alguna sorpresa, por ello se trata de una enfermedad discapacitante, pues quienes trabajan con equipos pesados pueden sufrir algún accidente.
“Al estar somnoliento todos los días, el enfermo ve disminuida su capacidad de respuesta, y puede provocar accidentes automovilísticos, ya que incluso platicando con una persona o en una clase se queda dormido”.
La doctora Cortés Sánchez dio a conocer además, que no es posible que los narcolépticos se recuperen tomando una siesta, pero que lo peor del caso es que a la hora de dormir interrumpen su sueño de forma constante.
Aún no se encuentra cura para los Narcolépticos
Dicho trastorno se ha estudiado durante más de 30 años; la investigación básica ha usado modelos animales para poder estudiar el fenómeno e incluso se han usado perros como modelo animal, y a través de registros electro encéfalográficos se ha intentado conocer la regulación del ciclo sueño-vigilia en los sujetos narcolépticos.
En 1998 se descubrieron las orexinas y las neuronas que sintetizaban esta sustancia en el cerebro estaban en una región muy conspicua, por lo que “en estudios postmortem en pacientes narcolépticos se pudo evidenciar que tenían 95 por ciento de pérdida de estas neuronas (orexinérgicas), lo que dio pie a postular que la muerte de neuronas que producen orexina eran la principal causa de la narcolepsia.
Cortés Sánchez mencionó que aunque en un pequeño porcentaje este trastorno se puede atribuir también a factores ambientales y no sólo genéticos, “de acuerdo a estudios realizados en gemelos homocigóticos y que por razones de adopción vivieron separados uno presentó narcolepsia y otro no, aun teniendo la misma carga genética, lo que indica que intervienen otros factores, últimamente se estudia el sistema inmune del organismo y su relación con el inicio de la enfermedad”.
Mencionó que los investigadores han intentado implantar neuronas que regeneren el sistema dañado, pero no han tenido mucho éxito, debido a que estas neuronas mueren tempranamente.
“Desafortunadamente a la fecha no existen medicamentos que lo curen, se les recetan estimulantes del tipo de las anfetaminas para tratar de mantener a estas personas despiertas, pero con el tiempo pierden efecto”.
Investigación básica en el Laboratorio de Fisiología
Actualmente, los investigadores del laboratorio de Neurofisiología de la Conducta junto con estudiantes de licenciatura de varias disciplinas y del posgrado del Instituto de Fisiología, estudian el sueño y otras alteraciones en el modelo animal TAIEP, mediante registros electroencefalográficos.
La doctora en Ciencias Biomédicas, destacó que para este estudio se cuenta con la colaboración de investigadores de la Universidad de California y de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Concluyó que esta investigación pretende que a futuro se logre conocer la regulación de la vigilia y el sueño en estos pacientes y encontrar fármacos que curen la narcolepsia para ofrecer una mejor calidad de vida a las personas que padecen este trastorno, con menores efectos colaterales.