Decir que en el PRI hubo traidores para justificar el desastroso resultado electoral del 7 de julio no es un argumento válido toda vez que simplemente no se supo operar como los de enfrente, además de que Enrique Agüera no captó el voto universitario que tanto presumió pues le falló la estrategia; opinó el diputado federal Jesús Morales Flores.
Al ofrecer un análisis del resultado de la elección local de este año el legislador sentenció que el factor fundamental para la debacle del su partido, por segunda ocasión de manera consecutiva, fue la falta de trabajo político de muchos militantes y liderazgos, quienes se confiaron en el llamado voto duro que ya no es suficiente para ganar elecciones pues ha quedado más que demostrado que son los indecisos quienes definen los procesos.
“Es aventurado hablar de traiciones, los de enfrente operaron mejor que los de de mi partido (…) Faltó trabajo y atención para algunos sectores de la población, principalmente, los jóvenes. No se trabajó para los jóvenes en la campaña, no creo que haya traidores en mi partido”, defendió.
De pasó exculpó también de la derrota al dirigente estatal, Pablo Fernández del Campo Espinosa, y al delegado del Comité Ejecutivo Nacional, Fernando Moreno Peña, porque en su opinión hicieron su trabajo pero falto apoyo.
“Fue una experiencia no grata, que duele, que nos tendrá que hacer reflexionar en qué debemos corregir el rumbo y trabajar con mucha seriedad hacia los próximos procesos electorales en la entidad”, concluyó.
Por otra parte presumió que en el distrito de Tepeaca, que actualmente representa en el Congreso de la Unión, la colición PRI-PVEM ganó la cabecera distrital y la diputación local y recuperó municipios como Acatzingo, Tecali de Herrera y Los Reyes de Juárez, por lo tanto, no hay reclamos sobre su desempeño porque entrega buenas cuentas.