Una tarde, se arrojó a la alberca con la intención de ahogarse, pero un interno lo vio y se arrojó al agua para sacarlo.
Al otro día, el director del manicomio lo cita en su oficina:
-Fue un acto heroico lo que hizo ayer por la tarde, pero lamento informarle que el loco que usted salvó, se ahorcó por la noche-.
Entonces el loco le dice:
-¡Ah, no!, eso lo hice yo, porque lo colgué para ponerlo a secar-.