23-11-2024 08:24:34 PM

“O se calman o los calmamos”, amenaza la 28 de Octubre al gobierno

ecos02

Cambia el gobierno pero no las consignas ni los viejos formatos  de las bases obreras que pompósamente se autonombran “independientes”.

Es la primera vez que se celebra el día del trabajo desde que el PRI regresó a Los Pinos y las pancartas siguen teniendo las mismas leyendas de hace años, sólo cambia el nombre del represor favorito que elige el contingente, hoy se llama Enrique Peña Nieto.

ecos02Aproximadamente 5 mil almas se reunieron en la Avenida Juárez para recordar a las víctimas de Cananea, el pretexto perfecto para los ansiosos por proyectarse como mártires del sistema.

Las mantas lucieron mantas con leyendas referentes al rechazo a la reforma laboral y educativa, otras más exigiendo la defensa del petróleo y acusando al Presidente de México de espurio y usurpador.

No faltó la bandera de México para sentir patriotismo en la protesta; las gorras y las playeras que sólo usan los trabajadores ese día para convertirlas luego en pijamas improvisadas. Resaltó entre las imágenes alegóricas la unión de cinco torres de petróleo emulando las falanges de una mano.

Citaron a  los trabajadores desde antes de las 8 de la mañana, y de no ser por el frio que extrañamente se sentía, los presentes hubieran tenido más paciencia y no hubieran bombardeado con rechiflas a todos los líderes que dieron su mensaje pasadas las 9 de la mañana.

Al final sólo el discurso del representante de la UNT y el mítico Simitrio lograron calar hondo en los presentes que cambiaron los abucheos por vitoreos.

Luis Escobar Ramos tomó el micrófono y a nombre de los sindicatos independientes habló como lo hacían los líderes de antaño, como los contemporáneos de Fidel Herrera.

“No observamos que se pretenda cambiar la política económica del país, estamos en una reformitis aguda que nos tiene metidos en una serie de discusiones que han pasado desde diciembre por una reforma laboral lesiva y regresiva para los intereses de los trabajadores, es evidente que se buscaba desde un principio que patrones tuvieran más facilidades (…) hoy se agudizara el desequilibrio de la relación a favor del patrón”, enfatizó.

Pero quien realmente logró encender el ánimo de los presentes fue un viejo lobo de mar, Rubén Arabia “Simitrio”, líder de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) mejor conocida como la 28 de octubre, al subir progresivamente el tono de su voz para volver su mensaje amenazante… como en los viejos tiempos.

“En esta marcha venimos a decirles `ya basta o se calman o los calmamos`; el pueblo de México no tiene más camino para su libertad que el hacer una lucha de liberación democrática y popular donde los trabajadores ejerzan el poder”.

Al concluir el mensaje comenzó la caminata, entre confeti, la banda de guerra, y los clásicos cánticos “no somos uno, no somos diez, pinche gobierno cuéntanos bien” “el pueblo unido jamás será vencido”.

Al contingente se sumó un improvisado invitado surgido de la moda de las movilizaciones estudiantiles, los denominados #yosoy132, quienes en esta ocasión emulan a sus hermanos mayores, los cegeacheros, que a finales de la década de los 90 tomaron la rectoría de la UNAM y que desde hace una semanas volvieron a aparecer.

Una parte del párvulo grupo de la generación kitsch cubrió su rostro con pasamontañas o improvisando con suéteres y gafas oscuras, cobijados con mantas de desprecio a televisa y al gel boy. El anonimato fue la oportunidad perfecta para pintar con aerosol los inmuebles a su paso; nada ha cambiado.

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