Con la ausencia de Enrique Doger, del dirigente estatal y del delegado político, pero con la presencia del resto de los aspirantes y de cientos de seguidores, Enrique Agüera Ibañéz se registró como precandidato único a la presidencia municipal de Puebla ante la Comisión de Procesos Internos del PRI.
Con Dios como testigo, se comprometió a no fallarle a los poblanos ni a los sectores que lo acompañaron, a los cientos de seguidores que se dieron cita les pidió un voto de confianza pero también el trabajo conjunto para lograr el triunfo constitucional y luego el desarrollo de Puebla.
En ese sentido adviritó la necesidad de emprender una cruzada por Puebla y de empezar una batalla por la dignidad y la inclusión de todos los poblanos ya que no se puede mantener en abandono a las colonias populares y a las juntas auxiliares; sobre el particular, ofreció cambiar la situación de los más de 700 mil poblanos que viven en pobreza en la capital.
“Gracias a todos por la confianza ¡vamos juntos! Está es un tarea de todos, tenemos que sumar, multiplicar, para conseguir que Puebla cambie para bien de los ciudadanos (…) Agradezco sus muestras de cariño y de afecto, estoy con ustedes, por Dios que estoy con ustedes ¡confíen! Vamos a cambiar a Puebla, lo vamos a hacer”.
En el acto estuvieron diputados locales, federales, ex consejeros electorales locales, ex funcionarios marinistas, ex diputados perredistas, ex candidatos de Nueva Alianza y organizaciones populares como Antorcha Campesina así como “la verdadera izquierda”, según el mensaje de las pancartas que abundaron en el evento y quienes celebraron al unísono el mensaje.
“En todas estas calles históricas que han vivido tantas y tantas batallas por Puebla, hoy estas mismas calles son testigos del inicio de una batalla, la batalla por la dignidad y la inclusión, tenemos que incluir a todos, nunca más la exclusión, vamos todos a construir un nuevo proyecto, vamos juntos, el registro sirve como punto de partida, hemos entregado buenas cuentas, hemos entregado buenos resultados, ahora vamos por Puebla, juntos vamos por más”.
El registro revivió la época de bonanza del tricolor, esa de la matraca, las porras incansables y la de la adaptación de cumbias que incluyen el nombre del candidato en cuestión, pero también regresaron los momentos en los que desempleados –algunos despedidos por la gestión morenovallista- se arremolinaron para ser vistos en el acto y mantener la esperanza de vivir 4 años 8 meses del presupuesto capitalino.
El orgulloso Doger
Enrique Doger Guerrero declinó buscar la candidatura a la alcaldía de Puebla por el PRI pero tampoco hizo público su apoyo a Enrique Agüera Ibáñez. Responsabilizó a la dirigencia partidista del resultado electoral pero admitió que no existen las mismas condiciones del 2010, cuando Mario Marín manipuló el proceso interno e impuso a un candidato que provocó la derrota.
“Como parte de la institucionalidad y del acuerdo pactado, y como señalo, para mi muy valiosa la palabra empeñada, voy a coadyuvar para que este proyecto llegue a buen puerto, sin abandonar principios y sin dejar de expresar opiniones.
Hoy la responsabilidad máxima para obtener el triunfo la tiene el partido y el candidato que sea elegido en la inteligencia de que deberá ofrecer las mejores propuestas a los ciudadanos, quienes son los que decidirán el rumbo de la ciudad y no una sola persona.
No debemos equivocarnos: la fortaleza está en todos, pero la dirección de una campaña exitosa recaerá en unas manos y esperemos que sean las correctas.
Estas elecciones serán muy competidas, no hay que olvidarlo, por ello él partido debe tener propuestas serias, construir un camino sólido para Puebla, sin reproches, sin enconos y menos sin repartir culpas”.
Sin mencionar a su adversario, y compañero de curul, Javier López Zavala, aclaró que no pidió posiciones a cambio de su declinación porque eso es “vulgarizar” la polìtica. Luego argumentó trabajo pendiente en la Cámara de Diputados para justificar su ausencia del registro de Enrique Aguera Ibañéz como precandidato a la alcaldía capitalina.