Tras aclarar que no buscar competir para regresar a gobernar el municipio de Izúcar de Matamoros, el diputado federal priista, Filiberto Guevara González, argumentó que la versión de que extorsiona a presidentes municipales de su distrito para que paguen la aprobación de sus cuentas públicas pendientes obedece a la guerra interna del PRI por las candidaturas, es decir, lo ataca el fuego amigo porque no remontan en el proceso interno y estan sin posibilidades de obtener posiciones.
“A esos grupos políticos les duele que estemos trabajando, ellos no han hecho nada por la región y quieren seguir imponiendo candidatos que no tienen el peso, que no tienen la fortaleza (…) Esto es fuego amigo, desgraciadamente lo tengo que decir, es fuego amigo. Lo que más me duele es que es fuego amigo. Alzamos la voz y no se vale que salgan estos comentarios y más cuando sabemos que vienen de gente de nuestro propio partido”, narró.
El legislador movilizó a 3 de los 5 ediles involucrados, quienes desmintieron ser víctimas de extorsión para la aprobación de sus cuentas públicas pendientes. Por eso los presidentes municipales de Tepexco, Chietla y Huaquechula se trasladaron a esta capital y aclararon que no compran favores de la Comisión Inspectora del Congreso del Estado, como se difundió en versiones de prensa, a la aclaración solo faltaron los ediles de Chila de las Flores y Jolalpan.
Sobre el particular el edil de Tepexco, Fortino Alvarado Ortega, incluso aclaró que su municipio pertenece al distrito de Atlixco, y por lo tanto lo representa la también priista Rocío García Olmedo, y no el también legislador local con licencia.
“No sé porque no nos preguntan y ponen cualquier cosa que otra persona les diga, eso me perjudica, no entiendo por qué las personas no ponen las cosas como son, jamás hubo la intención de quererme ayudar con mis cuentas públicas (…) no reclamé el apoyo a la campaña del Presidente Peña Nieto, ni nos pidieron dinero, cada quien ayudó como pudo”, explicó.
Aprovechó para criticar la lentitud de la Auditoría Superior del Estado pues han pasado ya dos años sin que dictaminen las cuentas públicas de las actuales administraciones.
