Unos 500 mil pesos es lo que ha pagado el ex secretario de Salud Alfredo Arango García por una estancia de 20 días en el hospital de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), y una cirugía de columna a cargo del ortopedista Arturo Joachín Chávez.
La cifra aumenta con los honorarios del médico que atiende en el Hospital Ángeles Puebla y que cuenta con Maestría en Cirugía de Columna, y cuya sola consulta cuesta mil pesos.
La cifra inicial también excluye los gastos de laboratorios, medicamentos, alimentos y el pago de enfermeros personales que asisten a Arango las 24 horas del día.
Joachín Chávez fue compañero de Arango en el ISSSTE y con quien guarda una amistad cercana. Fue el médico que expidió el certificado para que el funcionario marinista, acusado de peculado y enriquecimiento ilícito, saliera del penal de San Miguel para someterse a una operación.
Status realizó una visita al nosocomio en donde comprobó que una patrulla de la Policía Estatal realiza rondines cada hora. Al interior hay elementos de seguridad privada del propio hospital y en la habitación 405, donde se encuentra el marinista acusado de peculado y enriquecimiento ilícito hay tres policías estatales custodiándolo.
En la puerta del cuarto hay un letrero que dice “Prohibidas las visitas por prescripción médica”, sin embargo, según fuentes en recientes días Arango ha recibido además de sus familiares al arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa.
El personal del hospital tiene prohibido hablar del paciente en custodia, a quien no se le ha diagnosticado una fecha de alta debido a que la rehabilitación de cirugías de columna puede durar varias semanas.
Fuentes del interior del penal señalan que los internos que salen a cirugías programadas son excarcelados un día antes de la operación, y regresan máximo dos días después al penal y su rehabilitación la realizan en el área médica.
Según datos de la Secretaria de Seguridad Pública (SSP) estatal, en 2012 salieron de las cárceles poblanas 144 internos para ser intervenidos quirúrgicamente de los cuales 133 fueron atendidos en hospitales públicos y solo 11 en hospitales privados, en donde los familiares del interno asumen los gastos.
En cuanto a los internos de escasos recursos que necesitan intervenciones quirúrgicas que no se practican en los hospitales públicos, los voluntariados de la SSP o del Sector Salud financian la operación en una clínica privada.