Hay una calle que lo divide todo, a la Puebla antigua y la que se quiere vestir de modernidad emulando la llamada cultura kitsh, a esa que carece de personalidad auténtica, la que porta nombres rimbombantes escritos en inglés como el “nails factory” para tratar de imponerse a la competencia que se mantiene al interior de viejas casonas y en las que bautizar un negocio era importante al punto de que se nombraban con el apellido de los dueños, “pa´ trascender”, los locales que en lo alto mantienen el carcomido “Vázquez” ó “Domínguez”, antecediendo al giro de la pequeña empresa, “reparación de relojes”, “reparación de suelas” “peluquería”, “tortería” o “restaurante- bar” .
En las venas del primer cuadro de la ciudad se respira un aire de película cincuentera – de las clasificadas en la llamada “época del cine de oro”-. El recorrido arropa pequeñas fondas que tras una segunda puerta se vuelven cantinas de “las de antes” con música de los tres Ases, los tres Diamantes o – los más modernos- de Paquita La del Barrio; adornos de Tecate, pintura desgastada y gente de la tercera edad que desde antes del mediodía se da cita para saludar al cantinero…”su amigo”, intercambiar ideas del acontecer diario, de la modernidad, de las mujeres, mientras fuman cigarrillos sin filtro y sin importar lo que dictan las nuevas leyes respecto a los espacios cerrados… sitios congelados en un añejo momento en el tiempo en el que no existían los antros, los Xbox, las microondas ni la fibra óptica.
A escasos metros, aunque con dificultad se ven negocios lúgubres con limitada entrada de luz que ilumina sutilmente suelas de zapato que se vuelven auténtico tapiz en las carcomidas paredes. La enseñanza familiar del método más efectivo para reparar calzado ya no es tan rentable como negocio en la actualidad …en esta época en el que todo es desechable… el tiempo del usar y tirar.
En las afueras se encuentran puestos de periódicos con sábanas de impresos que no hacen diferencia entre las noticias del día (clonadas en diferentes medios, con diferentes estilos pero los mismos errores gramaticales), la portada de silicones de playboy, las de desnudos del populacho de “tu mejor maestra”, la del trasero de una estrella televisiva con tanga transparentada y la leyenda “nálgame Dios”…sello particular del Órale!!!
Más allá negocios que antaño eran de dos o más locales se mantienen en un reducido espacio con vitrinas empañadas por el tiempo tras las cuales se observan correas de relojes listas para suplir a aquellas vencidas por el uso.
Del centro de la ciudad siempre se habla pomposamente con el recordatorio de “histórico”, pero es precisamente la historia que resguarda lo que se queda en el olvido
El olvido semejante al que viven las vecindades de quinto patio que hoy se encuentran apuntaladas para no caer, desafiando las leyes de la física; el olvido de los negocios que desde hace décadas se volvieron refugio de solitarios y otros no tanto, de comercios con tradición familiar que se han negado a extinguirse ante el paso de la modernidad.
Pero el olvido será mayor…el tiempo de vida de estos lugares poco a poco se extingue con las nuevas ideas de las autoridades.
A lo alto de los postes de luz se lee “aquí se construye el corredor turístico”, opacando los posters colocados bajo ellos en la que “Los Victory presentan su nuevo disco 0 y 1”
El gobierno estatal y municipal, invierten 480 millones de pesos en la construcción de un corredor turístico que vaya de Los Fuertes hasta el Zócalo de la ciudad, el proyecto hace caso omiso de los vestigios del pasado, por lo menos así lo sienten aquellos que sin previa consulta fueron sometidos a este plan.
“Eso debieron haber pensado primero y luego también en el tráfico es un relajo, lo hicieron a lo loco, ahorita nos están afectando a todos”.
“llevamos 44 años aquí, hemos vivido diferentes etapas desde que entraban aquí los autobuses de Oriente, el ADO, alas de oro, el flecha roja, los Teziutecos, aun así estaba tranquilo (…) en realidad vemos esto pésimo, si así hay un embotellamiento tremendo cuando quiten el paso de acá a dónde va a pasar toda la transportación. Ahora, el corredor para qué, piensan que los turistas van a venir de Los Fuertes al Zócalo, usted cree que una persona de la tercer edad aguante caminando hasta acá…jamás”.
“Siempre emparejan el adoquín, ¿qué pasa en la 6? se mete el agua a los negocios, es una pésima idea”.
“Incluso con el puente horrible de Los Fuertes fue una broncota, muchos negocios quebraron… estaría mejor un crucero inteligente que ese maldito puente”.
Los expendios de periódicos de la 2 norte esperan sigilosos la cacería…su inminente desaparición de la zona porque su imagen “no es ad hoc” a lo que quieren los nuevos caseros de la ciudad.
La misma suerte amenaza a los pequeños negocios que están en esta ruta, destinados a adaptarse o volverse sólo un recuerdo…una extinción a cuentagotas. Los permisos de renovación de licencias de funcionamiento comienzan a extinguirse.
“Me está afectando porque estoy tramitando los papeles pero no me quieren dar el permiso de uso de suelo porque dicen que es restaurante bar, que es de alcohol y no encaja con lo que se propone hacer el gobernador pero mi mayor venta es de comida”
“Debieron consultar primero a todos los vecinos de aquí porque muchos van a salir perjudicados hora vienen ventas bajas porque van a quitar la calle”
La preocupación de los residentes originales de esta parte del municipio no cesa, y mientras las autoridades se limitan a anunciar que en el mes de febrero concluirán los trabajos, no llegan más explicaciones para los afectados
Y la retórica cansona del gobierno también sigue “Juntos vamos a transformar Puebla”.
