Por: Álvaro Delgado / PROCESO
El gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, utiliza a las dependencias estatales para espiar y presionar a sus opositores y el lunes 3 hizo aprobar por el Congreso poblano una reforma a la ley electoral que deja en sus manos el nombramiento de candidatos a legisladores.
Desorbitado, megalómano y autoritario, aspira a la Presidencia de la República en 2018… aunque no sabe todavía por cuál partido.
“Autócrata”, “megalómano”, “autoritario” y hasta “terrorista”, son calificativos que se le imputan al gobernador Rafael Moreno Valle, quien al cabo de los primeros dos años de su sexenio ha desplegado un estilo de gobierno peor -aseguran sus detractores- que Manuel Bartlett y Mario Marín, con evocaciones al cruento avilacamachismo.
Lo paradójico es que estos juicios contra Moreno Valle provienen sobre todo del Partido Acción Nacional (PAN), en el que formalmente milita, mientras que el principal respaldo político se lo otorga el resto de los partidos, incluido el PRI, el único formalmente de oposición porque “a todos los controla”.
Adicto a los medios, aliado con Televisa y TV Azteca, Moreno Valle es acusado de afianzarse como gobernador con la aplicación selectiva de la ley, hostigando a panistas, utilizando el espionaje y saboteando comercial e informativamente a los periodistas críticos.
Es justamente por este afán de dominio de Moreno Valle que, el lunes 3, el Congreso estatal aprobó -en un desaseado trámite de cuatro horas- una reforma que aplaza de noviembre a febrero el inicio del proceso electoral, una maniobra para evitar la reelección del presidente estatal del PAN, Juan Carlos Mondragón, y tomar el control de ese partido para designar él a los candidatos.
En Puebla nadie tiene duda: fue Moreno Valle el que tramó el sometimiento del Poder Legislativo y “prostituyó” a los 34 diputados de todos los grupos parlamentarios que aprobaron la reforma legal con dedicatoria al PAN, rechazada solamente por los legisladores panistas Ana María Jiménez y Juan Carlos Espina von Roerich.
“Fue un atropello, una acción concertada con alevosía”, define Espina, quien como presidente de la Comisión de Gobernación fue ignorado en el trámite de la reforma -publicada en el periódico oficial el mismo día-, que además viola la Constitución, lo que, advierte, “pone en riesgo la legalidad de todo el proceso electoral”.
El objetivo es también de todos sabido: Moreno Valle, expriista y discípulo de la líder magisterial Elba Esther Gordillo, edifica desde Puebla su candidatura para ser presidente de México en 2018, por lo que requiere un Congreso a modo que le apruebe todas sus cuentas como gobernador.
Sin embargo, la atropellada relación con el PAN estatal -cuyo más reciente capítulo es justamente la reforma- no le garantiza respaldo a Moreno Valle, advierte Mondragón, quien ya se reunió dos veces con el gobernador para superar el conflicto. “Espero que no lleguemos a la ruptura”.
-¿Pero puede Moreno Valle ser presidente sin el apoyo del PAN?
-Lo veo difícil. Si el gobernador quiere ser presidente de México en 2018 necesita forzosamente de Acción Nacional. No lo veo ganando una elección con los partidos de izquierda o con Nueva Alianza.
Quien no tiene duda de que Moreno Valle ha usado y quiere seguir usando al PAN “como una franquicia” es Ana Teresa Aranda, quien desde 2010 advirtió el riesgo de postularlo como gobernador, porque no tenía compromiso con su partido y prueba de ello, dice, es que Josefina Vázquez Mota quedó en tercer lugar en Puebla. “Es un megalómano”, lo define.
“Pensé que después de la elección el PAN iba a abrir los ojos y terminar la luna de miel con Moreno Valle, porque no se camina seguro con él, pero veo que se regresa a la negociación con ese señor que impone sus exigencias. Es como el síndrome de Estocolmo”, lamenta Aranda, quien presidió el PAN cuando Bartlett gobernó Puebla.
Aranda asegura que en Puebla hay miedo y ella misma ha sido amenazada de muerte, es vigilada siempre y uno de sus mejores amigos, el exalcalde Pedro Barojas, fue detenido violentamente cuando iba con ella en un vehículo a la sesión del Consejo Estatal del PAN, en octubre de 2011.
“Esa persecución le ha servido para mandar una enseñanza: a cualquiera que se quiera sublevar le va a pasar lo que a Pedro, que está en el bote, sea culpable o no. Bartlett se queda pequeño junto a Moreno Valle.”
-¿A ese nivel?
-Sí, de plano. Nada más comparemos los medios. En los tiempos de Bartlett podías ir a los medios, hablabas en la televisión y la radio, le pegabas al gobernador y ni modo. Ahora, salvo tres o cuatro excepciones, los medios mueren de miedo. ¡Es increíble la sumisión!
Estado policiaco
En efecto, a los medios y periodistas críticos el gobierno de Moreno Valle los hostiga de diversas maneras, como la suspensión de los convenios de publicidad gubernamental para asfixiarlos financieramente, el boicot informativo, el espionaje y la persecución.
Alejandro Mondragón, director del medio digital StatusPuebla.com.mx y conductor de radio, dice que han sufrido el boicot publicitario de Moreno Valle, quien además -afirma- ha presionado a ayuntamientos, a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y a otras entidades públicas para que lo imiten.
“Está en todo su derecho de no contratar con los medios que él considere que no le son útiles, pero no puede orquestar una campaña de asfixia financiera para tener relegados a los medios”, dice Mondragón, sin parentesco con el presidente del PAN.
El periodista dice no saber la razón por la que padece el boicot del gobierno, quien adquirió un equipo de 1 millón 200 mil dólares para espiar a los que considera adversarios, sean políticos, empresarios, periodistas o líderes sociales.
“El punto clave es muy sencillo: todo aquel que disiente y piensa está condenado al ostracismo por el morenovallismo”, dice Mondragón. No tiene duda de que el gobernador quiere controlarlo todo como sea y por eso son escasas las voces que critican, por ejemplo, la reforma del lunes 3.
“Todos se callan y a quien opina diferente inmediatamente le cae el aparato”, afirma Mondragón, autor de la columna Al portador, quien informa: “Hay una máxima del morenovallismo: ‘Por las buenas, bien; por las malas, mejor’. Eso se lo ha dicho a panistas.”
Otro periodista perseguido por Moreno Valle es Rodolfo Ruiz, quien no solamente padece el boicot publicitario e informativo, sino que él y su familia han sido acosados por el gobierno, cuyos espías han entrado a su casa y a la escuela de sus hijos.
“Hay una persecución abierta que va más allá del espionaje”, denuncia el periodista, propietario del medio digital E-consulta, con presencia también en Tlaxcala y Oaxaca, y autor de la columna La corte de los milagros, quien tuvo que presentar denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR).
“En Puebla ha habido gobiernos que no han sido muy respetuosos de la libertad de expresión, como los de Mariano Piña Olaya, Bartlett y Marín, pero lo que está haciendo Moreno Valle supera a los tres. Es un gobierno autoritario, autócrata.”
Además de recurrir a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por las acciones del gobierno en su contra -una “pérdida de tiempo”, ya que el expediente fue devuelto a Puebla -, Ruiz denunció el espionaje y el acoso contra él y sus hijos, en varios hechos ocurridos en mayo.
Como consta en la averiguación previa 051/FEADLE/2012, dos mujeres, que resultaron ser espías del gobierno, solicitaron información sobre la familia en el colegio de los hijos de Ruiz, en cuyo domicilio entregaron también un ramo de flores; era para ver si era vulnerable, como se supo después.
A esto se sumó el robo que sufrió el Centro de Estudios Consultivos, una empresa de Ruiz, quien al mismo tiempo era seguido por un individuo que, se descubrió, era Joaquín Arenal Romero, director de Contrainteligencia del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
Hasta la primera dama
El expediente del caso de Ruiz evidencia también cómo hasta la propia esposa del gobernador, Martha Érika Alonso, padece espionaje, lo mismo que el alcalde panista de Puebla capital, Eduardo Rivera, a quien pretende sustituir como candidato del PAN Fernando Manzanilla, secretario de Gobierno y cuñado de Moreno Valle.
El 8 de junio, Ruiz se reunió con el titular de la Procuraduría de Justicia del Estado, Víctor Carrancá, quien le dijo que tenía instrucciones del secretario de Gobierno, Fernando Manzanilla, de esclarecer el caso, pero que éste “se había molestado cuando se le informó que las personas que se investigaban trabajaban para áreas de la Secretaría General de Gobierno”.
“Me indicó -afirma Ruiz – que éste era el segundo asunto que se presentaba en la Agencia de Delitos de Alto Impacto, pues antes de mi caso se presentó uno similar con el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez. Fernando Rosales, director general de Delitos de Alto Impacto, dijo que desde que se inició la investigación él supuso que se trataba de personas que laboraban en el gobierno estatal, pues mi caso es muy similar al que se había presentado en abril de este mismo año con personas que fueron detenidas por personal del presidente municipal al percatarse que los seguían, también trabajaban en el gobierno del estado.”
Ruiz se reunió con Manzanilla el 12 de junio para conocer el avance de las investigaciones y éste le confirmó que, en efecto, los espías eran del gobierno del estado y que por esa razón había sido despedido Abraham Hernández como director de Información del Centro de Análisis y Prospectiva (CAP), cuyo titular es Héctor Arrona Urrea.
Según la declaración de Ruiz en la averiguación previa, Manzanilla le informó que a Sánchez se le encontraron “fichas de diversos personajes públicos, entre ellos Marta Érika Alonso”, esposa del gobernador, y aseguró que fue Arronte el que le ordenó “la elaboración de fichas de diversos personajes públicos”.
El periodista asegura que en Puebla hay varios centros de inteligencia y algunos de ellos se utilizan para el espionaje, pero no se sabe quién los controla. Todo está rodeado de misterio, como la presencia de Joaquín Arenal Romero, del Cisen. “¿Para quién trabaja? ¿Para el gobernador, para Manzanilla? Un personaje tan oscuro como Joaquín Arenal ¿qué hace en Puebla?”.
PRI, entreguista: PAN
En este contexto se aprobó, de manera vertiginosa, la reforma a varios artículos del Código de Instituciones y Procesos Electorales de Puebla, para iniciar el proceso electoral no en noviembre, como establece la Constitución local, sino en febrero de 2013.
La reforma se hizo el mismo día que en el CEN del PAN se propondría que Mondragón prolongara su periodo como presidente estatal, que concluiría en octubre, porque el estatuto establece en su artículo 64 que este órgano podrá posponer la renovación “cuando el periodo del encargo concluya dentro de los tres meses anteriores al inicio de un proceso electoral constitucional”.
Mondragón iba a permanecer en el cargo, haciéndose cargo del proceso de selección de candidatos a alcaldes y diputados locales, por lo que Moreno Valle promueve la reforma, afirma el diputado Espina von Roerich.
“Un agravante es que se trata de un ataque desde una oficina pública y el otro agravante es que ese atropello se hizo con un propósito partidista”, puntualiza, y aclara que éste es un problema muy grave: “No es una bronca entre panistas, como han querido presentar. Es un asunto que afecta el sistema democrático del estado”.
Seguro de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidará la reforma tras la acción de inconstitucionalidad que presentará Gustavo Madero, presidente del PAN, Espina dice que Moreno Valle no está actuando de manera adecuada, como no lo hizo cuando se detuvo a Barojas.
“Si tenía cuentas pendientes con un juez, está bien, pero el hecho de detenerlo a una cuadra de donde se iba a reunir el Consejo Estatal del PAN es francamente terrorista”, dice Espina.
-¿Terrorista?
-Sí, el objetivo era generar temor entre los consejeros. Esa fue una acción absolutamente premeditada.
De hecho, Moreno Valle controla a casi la mitad de los consejeros estatales del PAN, muchos de ellos alcaldes y diputados locales, como los que respaldaron su reforma, lo mismo que a los partidos de izquierda que lo apoyaron para ser gobernador, pero también es apoyado por el PRI, que debería ser la oposición.
Pero no es así: los diputados y el presidente estatal del PRI, Fernando Morales, hijo del exgobernador Melquíades Morales -en cuya administración Moreno Valle fue secretario de Finanzas-, es un incondicional del gobernador.
Al respecto, el presidente del PAN dice que el PRI está totalmente sometido al gobernador y que no existe oposición. “No vemos crítica; el presidente del PRI ha expresado que el gobierno del estado marcha bien y por eso lo apoyan”.
-Usted le dijo que él no podía morder la mano que le da de comer. ¿Qué le quiso decir?
-Es evidente la postura entreguista del presidente estatal del PRI al gobierno del estado. Y si bien como oposición hay que reconocer los puntos válidos del gobierno en turno, cuando no hay una función de pesos y contrapesos es muy fácil que un gobierno democrático renuncie a estos principios y gobierne de manera autoritaria.
“Avilacamachismo”
Al control del gobierno estatal, el Congreso, los partidos políticos y la prensa, se suma también la conformación del partido Compromiso con Puebla, cuyo nombre es el mismo que usó la coalición de partidos que postuló a Moreno Valle como gobernador en 2010, cuando venció al PRI.
Este afán de control de Moreno Valle muestra “desconocimiento, indiferencia o menosprecio” de las reglas y equilibrios de la política, analiza Manuel Díaz Cid, fundador y catedrático de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), quien advierte que el gobernador debe rectificar por su propio beneficio.
Con la aclaración de que Moreno Valle ha sido eficaz en la administración, Díaz Cid -uno de los analistas referentes de la derecha en México- advierte que el gobernador, al tratar de controlarlo todo, le apuesta al absolutismo: “Es jugarle a la perinola que tiene muchas caras y todas dicen ‘toma todo’, y cada vez que juega toma todo, pero cada vez que los demás juegan les toca ‘todos ponen’. Así no funciona la política”.
Díaz Cid, quien siendo adolescente ingresó a la Organización Nacional del Yunque -de la que se retiró-, advierte que Moreno Valle debe entender que la democracia consiste en que todos juegan, todos ganan, todos ceden y todos abren nuevos espacios, y que su futuro está con el PAN. “Si no se entiende así, si la política es la acción de uno solo, eso se llama autoritarismo”.
-¿Es autoritarismo?
-Es un incipiente autoritarismo. Habrá que ver si corrige, porque todos nos podemos equivocar. Si se dio cuenta de que por aquí el asunto no va a funcionar, entonces entra al juego, o si al margen de esto insiste en manejar las mismas reglas, entonces sí estaríamos ante un fenómeno de autoritarismo pleno.
Va más allá: “Sería como un retorno a las épocas del avilacamachismo, que en su época fue así. Ávila Camacho entendía que sus aliados tenían un espacio y un juego, sus adversarios ninguno. Y aquí no: no hay más que la figura de un personaje y esto marca un contraste hasta con el avilacamachismo. Tal vez las formas serían menos violentas, pero en el orden político es mucho más autoritaria esta forma que el avilacamachismo”.
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