El presidente electo Enrique Peña Nieto aun no convoca a los secretarios estatales de Seguridad Pública, Ardelio Vargas, ni al de Educación Pública, Luis Maldonado, para ofrecerles un cargo en la próxima administración federal.
Entrevistados por separado ambos funcionarios morenovallistas argumentaron no estar interesados en colaborar con “su amigo”, como llaman a Peña Nieto.
Incluso Vargas Fosado calificó como un invento lo publicado por la columna La Tempestad de Valentín Varillas, respecto de que podría ser nombrado nuevamente director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) o de otra instancia dedicada al combate del crimen organizado.
En tanto Maldonado Venegas aseguró que no prepara maletas para regresar al Distrito Federal y que no son pocas las semanas que le quedan al frente de la dependencia estatal.
Argumentando experiencia en el tema refirió que los gabinetes presidenciales se forman con pocos días de anticipación, y que en ocasiones es en la víspera del cambio de poderes presidencial que se informa a quienes fueron seleccionados.
Esto luego que Varillas escribió lo siguiente:
“Luis Maldonado Venegas y Ardelio Vargas Fosado han encendido ya las veladoras en espera de concretarse su salida del gabinete de Rafael Moreno Valle y su integración al equipo de trabajo del próximo presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Ambos, por la indiscutible cercanía que tienen con el priista, cuentan con posibilidades reales de iniciar una nueva aventura en el servicio público, ahora en el nuevo gobierno federal (…)
¿Su peor pecado?
No pertenecer a un círculo cerradísimo de “incondicionales” cuyo número total no alcanza siquiera para cubrir ni la mitad de las carteras principales de la administración pública estatal, pero que sienten que tienen en sus manos todos y cada uno de los hilos del pesado aparato gubernamental”.