04-05-2024 06:47:28 AM

¡La Patria más que muertes heroicas, necesita vidas victoriosas!

Seguramente, no hallaremos palabras más sabias para este caso que estas, salidas de uno de los puntos del Ideario Pentathlónico, en el cual, literalmente reza lo siguiente: “Si te entusiasma morir como héroe, recuerda que la Patria, más que muertes, necesita vidas victoriosas”

 Y esto viene al caso, por dos razones igualmente importantes y lamentables, la Primera, a raíz de la recientemente trágica y lamentable muerte, de nuestro compañero y Policía Municipal en Puebla Capital,  Oscar Ortiz Olivera, tras 15 años de servicio y que por el azahar, por la maquiavélica acción de unos delincuentes, por falta de seguimiento a los protocolos de trabajo, por falta de éstos, o simplemente porque sus mandos no tienen la menor idea de cómo supervisar a su personal y cuidarlo, fue la razón por lo que estos lamentables hechos se llevaron a cabo.

La Segunda y no menos importante, por la misma falta de supervisión directa de los mandos superiores del personal y la falta de seguimiento en la capacitación de los protocolos del Uso Legitimo de la Fuerza Policial, muere lamentablemente el joven de 26 años de edad Rodolfo Loera Zenteno, quien de no ser por la negligencia de las autoridades que en la actualidad dirigen los destinos de la Secretaria de Seguridad Pública del Municipio, simple y sencillamente no hubiera muerto.

Me explico, en el Primer caso, usted puede ver las palabras sentidas de algunas personas, el coraje de los policías en servicio, la tristeza de sus compañeros, las falsas lagrimas del aspirante a actor dramático Amadeo Lara Terrón, o las fuertes palabras de un presidente municipal que ahora promete que se perseguirá a los delincuentes, con más coraje y más fuerza, claro, como él no lo hace, el no se arriesga, el no es el que lleva a cabo los operativos, pues es fácil decirlo, acaso sea porque es mas fácil precisamente eso, el pelear desde un leído discurso, o desde las inauguraciones de sus gimnasios en los jardines, de calles extrañamente medidas, o que decir del tiempo que pasa inmerso en la campaña presidencial en lugar de atender de tiempo completo su trabajo, que para eso fue elegido, mientras tanto, el rostro de los familiares del policía permanecía perdido, incrédulo ante los hechos, cavilando que sería ahora de la familia si quien la lideraba, y por ella trabajaba ya se había ido.

Promesas de apoyo, de consuelo, ¿como cuáles?, ¿como la de los compañeros que se han ido recientemente, y que ni siquiera jurídicamente se les apoyó a los familiares para que pudieran con prontitud cobrar sus seguros y se les garantizara una total estadía de sus hijos en el sistema educativo hasta terminar la universidad?

¿Donde se hallaban los mandos? ¿por que en los medios se veía incluso al Chapulín de Manuel Alonso (hoy fervoroso blanquiazul y antes gran tricolor) en lugar de las autoridades municipales, porque no estaba el tal “Ingeniero” (disel) Loya, porque Amadeo se escondía de la prensa, al descubrirse su farsa de fabricar responsables?.

¿Donde andaban? cuando una de sus obligaciones es salvaguardar la vida de todos los ciudadanos y se le olvida que ahí están las de su personal que también lo son y poco los atienden y cínicamente les llaman compañeros, ¿compañeros de qué? si ellos no son policías, solo han simulado serlo, en detrimento de la corporación, ¿por que los trajeron de otros lares habiendo tan excelentes policías cerca, aquí adentro, en nuestro Puebla?, gente joven que se merece su oportunidad y que bien sabe hacer su trabajo, con experiencia real y con estudios suficientes, pero desgraciadamente sin haber tenido la suerte de haber cursado parte de su primaria en el Estado de México con su amigo el Presidente Rivera, o tal vez, por no pertenecer al círculo de los cuates que trajeron desde Chihuahua con tristes antecedentes laborales y poca o nula experiencia y sin amor por esta ciudad, que bien a bien aún no conocen.

¿Quien tuvo la culpa de todo?, el elemento que se arriesgo a hacer su trabajo con poco apoyo, porque es poco el personal que le queda a la corporación, o el mando que no está cerca de ellos a fin de supervisar que hagan adecuadamente su trabajo, tal vez pienses amigo cibernauta y lector que son palabras de coraje, de dolor,  de importancia… y tienes razón, yo he estado en muchas corporaciones policiales y si algo es evidente es la entrega de cada uno de los elementos que las componen, pero tuve la suerte de empezar en una policía municipal desde agente y aprendí a no descuidar mi trabajo, y en su momento a cuidar al personal cuando tuve el honor de ser mando.

Pero los que hoy están en Puebla no tienen nombre, si, muchas veces que ha habido problemas importantes han estado fuera, de descanso, de vacaciones, recuerden en un principio el caso de la fallida o falsa bomba en el primer cuadro, y tanto Loya como Sierra Sierra y el mismo Secretario, estaban fuera de alcance, donde estaban esta vez, para que tanta lagrima de cocodrilo, para que tanto grito y sombrerazo, si al final de todo, al elemento ya se le ha perdido, al padre ya no lo tendrán a su lado y el amigo… ese, ese, pues ya se nos ha adelantado.

 

Pero que tal las declaraciones de Presidente y Secretario, de que ya tendrán una nueva coordinación con el Estado, ese Estado que les está haciendo la tarea, ese Estado que se encuentra inmerso en lo que a ellos les toca, El Gobernador Moreno Valle, desde un principio se dio cuenta, Ardelio Vargas Fosado lo menciono a hora primera, y Manzanilla Prieto, les hace la tarea y nosotros, nosotros no queríamos creerlo y nosotros no supimos verlo, que pena, que vergüenza el tener que reconocerlo, pero ¡nos equivocamos!, “¿Coordinación?” ¿Coordinación señor Presidente Municipal?, más bien es subordinación atenta, rendición por ignorancia o por simple y llana impotencia.

Y qué decir del Segundo asunto que hoy tocamos, por un flagrante, lastimoso y ridículo desconocimiento de las políticas de Uso Racional De la Fuerza Policial, que el multimencionado Director de Policía desconoce en todos sus aspectos y por supuesto no supervisa que los elementos los cumplan, llegando con su desatención de Secretario y Director, a que se cometa un Homicidio en la Colonia Romero Vargas, lugar problemático pero en el que habitan al igual ciudadanos a los que están obligados a cuidar y supervisar que ese cuidado se dé, pero como hacerlo si ellos mismos le echan mas leña al fuego, logrando con enfrentamientos estériles entre ciudadanos civiles y policiales que la desconfianza crezca, que sea mayor la distancia entre gobierno y gobernados, que hagan que el policía ya no sepa a quién obedezca.

¿Por que tenía que morir el joven Rodolfo Loera Zenteno, al igual que en el primer caso, el compañero Oscar Ortiz Olivera?, son muertes innecesarias por culpa de su ineficiencia, ¿qué hará Secretario, también de nuevo repetir su papel de lagrimas vertidas ridículamente por gente que ni siquiera conoce, o prometerá que se llegara hasta las últimas consecuencias, ingresando como es costumbre a los elementos a un proceso del cual usted por supuesto no los apoyará o los obligara a renunciar a cambio de no integrarles cargos?.

¿Ustedes qué? señores mandos, ya lo hemos dicho antes, al fin y al cabo se van, por qué no tendrían cara con que quedarse en nuestra tierra, y se queda en Puebla la desesperanza, la Inseguridad, el enfrentamiento ciudadano, ¡vamos!, se queda en Puebla, el odio y rencor entre cada ciudadano civil y el policía mismo, si, ustedes o se van o se esconden y siguen con su teatro, con toda burla y con todo cinismo.

¿Hasta cuando sus errores?, ¿hasta cuando sus equivocaciones?, ¿hasta cuando para Cuidar a la ciudadanía de Puebla demostraran pantalones?

¿O no?

Juzgue usted

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