Yo, lógicamente, entré en el otro. De repente, oigo que me dicen:
¡Hola!
Yo seguí callado, pero el tipo vuelve a decir:
¡Hola! ¿Me escuchas?
Yo, para no parecer mal educado, contesté:
¡Hola!
Y el tipo pregunta:
¿Cómo estás?
A lo que contesté:
Bien, gracias, un poco cansado.
Y el tipo dice:
¿Qué haces?
Yo ya estaba intrigado, pensé, siempre hay gente muy rara en este mundo, y contesté:
¿Y qué voy a estar haciendo? Lo mismo que tú, ¡Cagando!
De inmediatamente oigo:
¡Mi vida, te llamo después porque tengo a un imbécil al lado, que está contestando a todas mis preguntas!