Después de los sitios y las batallas que se libraron en Puebla durante el siglo XIX, la ciudad inició su transformación y se convirtió en un espacio de vanguardia para su época, comentó la maestra María Cristina Silva Aragón, profesora investigadora de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla.
Explicó lo que fue la capital poblana antes y después de los conflictos armados durante la conferencia Transformación de la Puebla eclesiástica, celestial y conservadora vs la Puebla laica, profana y liberal, con la que participó en el Congreso Ecos de la Intervención Francesa en Puebla y México: 1861-1867, que llevó a cabo la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de BUAP.
Con una imagen que a la fecha prevalece en litografías, estampas y planos de la época donde siempre aparecen los volcanes, cúpulas y torres, parte de las actividades que se desarrollaban en la ciudad eran en el terreno religioso, sobre todo en la construcción de inmuebles como conventos e iglesias.
La investigadora habló de las mujeres que eran llevadas a los conventos donde permanecían de por vida y que después de la Ley de Desamortización de Bienes de la Iglesia fueron sacadas, generando un gran problema social, porque muchas habían permanecido desde pequeñas y no todas tenían una familia con quien vivir.
Los habitantes, dijo, tenían que cuidarse de los asaltos que se volvieron comunes, en tanto se saqueaban iglesias para financiar la guerra o pagar a quienes participaron en ella. Las construcciones eclesiásticas se detuvieron durante el Sitio a excepción de la de San Agustín.
Contra todo lo que esperaba el clero, Maximiliano de Habsburgo no les devolvió sus bienes y sí los vendió a los extranjeros que no tenían reparo alguno en comprarlos y por menos un tercio de su precio, los que posteriormente vendieron a los mexicanos.
La arquitectura de los conventos y otros inmuebles civiles cambió y en los altos muros empezaron a construir grandes ventanas y las paredes se hicieron más cortas, por acuerdo de las autoridades, modificándose la imagen urbana y fue considerada como una ciudad de vanguardia, sobre todo a finales del Siglo XIX.
Por su parte el maestro Edgardo Calvillo López, investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, presentó su conferencia “El ejercito Republicano del Centro en el canje de prisioneros”, hecho histórico que se que se llevó a cabo en la población de Acuitzio, Michoacán .
Con estas negociaciones que encabezó el general Vicente Riva Palacio se lograron salvar más de cuatrocientas vidas y aunque había más prisioneros franceses con 296 y sólo 156 mexicanos, lo que le más le interesaba al militar, era salvar la vida de todos los soldados. Esta actitud motivó que muchos de los prisioneros galos decidieran integrarse al ejército nacional, comento el académico.
Estudiantes e investigadores presentes en el Aula Magna José María Iglesias de la FFyL, fueron conociendo hechos históricos como el secuestro de Soledad Solórzano, esposa del General Nicolás de Regules quien era el jefe del Ejercito Republicano del Centro, a quien el enemigo francés, con el que combatía, secuestró y tomó como prisionera de guerra buscando su rendición, recibiendo como respuesta “Primero la Patria”.
Después de una serie de negociaciones, el intercambio de prisioneros se realizó en la población que hoy se conoce como Acuitzio de Régules, el 5 de diciembre de 1865, hecho que los habitantes festejan cada año con un desfile.