Y es que los alemanes –dicen los expertos- nada quieren con un gremio radical que cada año eleva sus pretensiones salariales en detrimento de la competitividad. Incluso, la empresa Volkswagen operó para que el SITIAVW perdiera la titularidad del contrato colectivo de su nueva planta de motores en Silao, Guanajuato, pues quedó en manos de la CTM.
Aunque autoridades y empresa germana catalogan al sindicato independiente como un auténtico dolor de cabeza, lo cierto es que sólo quedan polvos de aquellos lodos.
Herón García Martínez, ex trabajador de la armadora y catedrático de la BUAP, expone a Al Portador que “el Sindicato de la Industria Automotriz Similares y Conexos de Volkswagen de México (SITIAVW), dejó de existir como un gremio de lucha a favor de los intereses de los trabajadores cuando la empresa cabildeó para que los dirigentes Alfredo Hernández Loaiza, Joel Martínez Flores, Alberto Castañeda, entre otros, perdieran la elección en los primeros años de la década de los ochenta.”
“¿Quién palomea a los dirigentes posteriores a estos dirigentes? pues la empresa, y para que la cuña apriete… pues allí están los mexicanos Eduardo Sotomayor, y el ahora flamante asesor de Eduardo Rivera, Francisco Bada.
“¿Qué es actualmente el SITIAVW?, pues un sindicato sin vocación de lucha, aceptando todo lo que los altos dirigentes de la empresa piden. El sindicato responde a Thomas Karig.
“Los años gloriosos del sindicato han pasado a la historia, perdió todo, su vocación de lucha, defensa de los trabajadores y ya no representa ningún problema para el consorcio alemán.
“El que negocia todo es el abogado tapatío Héctor Barba García”.
Hasta aquí la posición del académico, que si la cotejamos con la situación actual, se infiere que además del control empresarial sobre el sindicato está ya la mano del morenovallismo:
El actual líder Ángel Flores Trejo es considerado en la planta como una postura de inclusión y diálogo con los directivos de la armadora, además de que cede en las mejoras laborales.
Se formó en el Centro de Capacitación de VW, al igual que los anteriores líderes, José Luis Rodríguez Salazar y Víctor Cervantes Rosas.
Su propuesta de unidad y conciliación en el sindicato, además de atender diferentes aspectos -como las cargas de trabajo- fueron el mayor atractivo para que sus compañeros lo eligieran como líder sindical.
Y es que en el gobierno del estado se sabe que su victoria fue una inmejorable noticia para los propósitos de coadyuvar a la armadora en su proyecto de instalación de la nueva planta de AUDI con un sindicato abierto al diálogo.
La mala noticia hubiera sido que repitiera Cervantes, pero la peor que los otros candidatos radicales: Mario Pinto y Jesús Ruiz se llevaran la elección, pues enrarecerían aún más el clima laboral que podría afectar a Puebla.
Al fin ya lo dijo el gobernador: lo único que no puedo controlar es a la naturaleza.
