Se confirmaron los enroques en la Universidad Autónoma de Puebla en el área de contraloría y tesorería, lo que a decir de muchos significa el arranque del proceso para perfilar al sucesor de Enrique Agüera Ibáñez en la rectoría de la máxima casa de estudios de la entidad. No obstante el propio académico rechazó que los cambios obedezcan a ese fin, asegurando que los tiempos para este proceso aun son muy lejanos.
Los cambios se dieron en el marco de una larga sesión extraordinaria de consejo en donde el órgano colegiado en primera instancia aprobó por unanimidad los informes de la abogada general María Esther Gámez, del tesorero Alfonso Esparza y del contralor Oscar Gilbón Rosete.
La primera en dar su mensaje fue María Esther Gámez, quien tendrá que dejar el cargo dentro de unos meses. Aseguró que se ha logrado cambiar la cara de la oficina a su cargo que antes era considerada como la “santa inquisición” y que en la actualidad no sólo se ha enfocado en hacer cumplir el estado de derecho y el cumplimiento de la norma sino que también ha sido parte del proceso de apertura ante diferentes niveles de autoridad en el gobierno y con otras universidades.
Por su parte Alfonso Esparza, al retirarse del cargo de tesorero, indicó que en su gestión este departamento dejó de ser una oficina administradora para convertirse en gestora.
Informó que en el último año se obtuvieron 5mil 300 millones de pesos para la máxima casa de estudios de los cuales el 71 por ciento pertenecieron a subsidios ordinarios, 23 a extraordinarios y 6 por ciento recursos alternos.
Presumió como uno de los grandes logros el crecimiento del fondo de pensiones y jubilaciones en mil 86 por ciento en el último año.
En su mensaje aprovechó para despedirse y agradecer todo el apoyo de Agüera Ibáñez a quien llamó “su amigo”
“Señor rector, desde el primer día de su gestión fuimos capaces de interpretar su visión, estrategia y liderazgo que planteó para esta gran universidad (…) mi gratitud al hombre que depositó en mi su confianza y su amistad para poder contribuir al desarrollo de los mega proyectos universitarios; Doctor Enrique Agüera mucha gracias por todo su apoyo y por su impulso”, enfatizó.
En el mismo tenor Oscar Gilbón Rosete dejó su cargo al frente de la contraloría, afirmando que su labor se dio con transparencia y rindiendo buenas cuentas por lo que incluso firmas como Standard and Poors y Fitch Ratings han ratificado la calidad crediticia de la benemérita institución.
Tras aprobarse los informes por unanimidad Agüera sometió ante el consejo las ternas para que se eligiera al nuevo contralor y tesorero.
Para la contraloría se propuso a Mayela Martha Delong, quien recibió 162 votos para ocupar el cargo. Las otras propuestas fueron Miguel Ángel Reyes Arrieta quien logró un voto y Ema R. Cruz Sosa, quien no obtuvo sufragios a su favor.
Para la tesorería el vencedor fue Oscar Ignacio Gilbón quien alcanzó 163 votos de apoyo ante sus contendientes Maria de Jesús Ramírez Domínguez y Marisela Resendiz Ortega.
En su mensaje Enrique Agüera, indicó que los funcionarios universitarios que se van hicieron un gran trabajo para fortalecer a la BUAP y enfatizó que “la burocracia no es lo más importante de la universidad, debemos ser facilitadores”.
Entrevistado al concluir la sesión, el rector negó que los nuevos funcionarios hayan sido colocados como parte de una estrategia para dejar a su sucesor al frente de la benemérita institución.
En principio acotó que todo se hizo conforme a derecho y que la decisión la tomó el consejo universitario y no él.
Añadió “la universidad está todavía muy lejos del relevo institucional de la rectoría, estoy convencido de que una semana es mucho en la vida, un día es demasiado, asi que año seis meses es una eternidad”.
