En el PRI mandó yo, no el gobernador Rafael Moreno Valle. Con esa frase contundente el nuevo dirigente estatal partidista, Fernando Morales Martínez, intenta convencer a sus detractores de que Rafael Moreno Valle no tiene injerencia en las decisiones del triciolor, pues una cosa es la vida personal del dirigente, que lo reconoce como su amigo, y otra la institucional.
“En el PRI a nivel nacional no van a escuchar a un gobernador que es de otro partido, quien afirme lo contrario no conoce la vida interna del PRI.
Al gobernador le debo respeto y mi trabajo incondicional como diputado federal pero como partido, aquí mandamos los priistas y en este momento me toca dirigirlo a mí. Así es, así será y así lo demostraré, en el PRI mando yo”.
Al presumir su orgullo por la nueva responsabilidad adquirida, el también diputado federal ofreció ganar sin vacilaciones en el estado de Puebla las 15 diputaciones federales, el Senado y la presidencia para Enrique Peña.
En ese sentido reconoció también que tiene una labor titanica para cerrar las heridas del proceso interno pero considera haber comenzado con el pie derecho al incluir a todas los grupos en los reacomodos, sin embargo en la primera muestra de autoridad fracasó su intento pues Javier López Zavala no acudió al llamado para sumarse al registro de la fórmula Alcalá-Lastiri y para que anunciaran su inclusión en el quinto lugar de la lista plurinominal de candidatos a la Cámara de Diputados.
El resto de la reestructura no sufrió cambios pues Lucero Saldaña permanecerá en la Secretaría General; Víctor Manuel Giorgana dirigirá la CNOP; mientras que Alejandro Armenta y Enrique Doger Guerrero serán coordinadores de la campaña presidencial del Estado y de la zona metropolitana, respectivamente.
Los motivos de Alcalá
Una vez definida y registrada la fórmula priista al Senado, Blanca Alcalá Ruiz, que la encabeza, se mostró optimista porque esta segura de que el priismo se unirá en torno a su candidatura. En ese sentido minimizó la inconformidad de Javier López Zavala al advertir que la estructura partidista no tiene dueño toda vez que “es institucional y lo he comprobado muchas veces”.
“Me parece que hay que dejar a un lado el rumor, la intriga, y dar paso a lo que es la fortaleza del PRI. La diversidad es lo enriquece, y en ese sentido, creo que con todos habremos de tender puentes de comunicación y reconocer el capital político pero es un error pensar que alguien tiene todo”.
También descartó que pueda perjudicarla su compañero de fórmula y ahora ex dirigente estatal del tricolor, Juan Carlos Lastiri, contra quien aparentemente hay mucho resentimiento por las anomalías en el proceso interno.
Por otra parte consideró que el asunto de sus cuentas públicas debe resolverse en el Órgano de Fiscalización Superior, sin ser utilizado como garrote político para perjudicar su carrera política, por eso aseguró estar tranquila pues esta convencida de que le cumpló a los poblanos como presidenta municipal.
Los motivos de Lastiri
Al aclarar que la candidatura al Senado no debe interpretarse como su salida digna del PRI estatal, pues eso no estaba en sus planes y tuvo que acatar la designación del Comité Ejecutivo Nacional, Juan Carlos Lastiri afirmó que, a pesar de todo, deja un partido ordenado y listo para dar la batalla electoral el primero de julio, aún cuando no consiguió candidaturas de unidad y permitió el registro de más de 80 personas para diputar las 15 diputaciones federales que le correspondieron al tricolor que participa en alianza con el PVEM.
En ese sentido descartó riesgos para su postulación por los resentimientos que abrió con las irregularidades que se denuncian en el proceso interno de selección de candidatos, como opasidad y manipulación. Presumió haber logrado la suma de Javier López Zavala como candidato plurinominal a la Cámara de Diputados pero al momento de pasar de las palabras a los hechos quedó en ridículo pues el ex aspirante al Senado no llegó a la cita.
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