Tras la derrota dominical, los corderistas reaccionan de distinta manera. Por ejemplo, el precandidato al Senado, Javier Lozano Alarcón, ofreció su apoyo a Josefina Vázquez Mota y aclaró que el triunfo de la ex funcionaria federal no le impide ocupar la primera posición de la fórmula a la Cámara Alta porque en Puebla ganó Ernesto Cordero Arroyo.
Por otra parte, a pesar de presumir que acatará sin condiciones el llamado a la unidad, Lozano consideró necesario que las anomalías del proceso interno no queden impunes.
“Poder cerrar filas, como lo estamos haciendo, construir juntos y en unidad un nuevo proyecto, y a la vez, se puede continuar con las investigaciones en caso de que se presuma alguna conducta delictiva en materia electoral.
Porque son dos cosas distintas. Una el camino a la fortaleza como partido y otra la de la legalidad porque no me parece que sea una buena señal que se puedan hacer todo tipo de trapacerías y queden así nada más, sería una invitación a seguirlo haciendo”.
En contraste el senador Ángel Alonso Díaz Caneja anunció que no apoyará la postulación de Vázquez Mota porque el edil Eduardo Rivera, y dirigente estatal Juan Carlos Mondragón, se han dedicado a bloquear a los militantes que apoyaron a Cordero Arroyo y a quienes identifican como gente cercana al gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.
“Quiero decirle a Lalito milcalles, a Juan Carlos Mondragón y a Leonor Popócatl que tienen la libertad de hacer lo que quieran porque yo no participaré en el trabajo a favor de Josefina, tendrá mi voto, pero no voy a trabajar porque hay una cerrazón de parte de Mondragón, así que no debe tener el mínimo pensamiento de que va a tener problemas, que sepa que no voy a trabajar con él”.
Por su parte el diputado y consejero del blanquiazul, Juan Carlos Espina, opinó que en toda contienda democrática es normal que el apasionamiento lleve a sus protagonistas a lanzar amenazas y denuncias, sin embargo la contienda interna del PAN no profundiza el distanciamiento entre el gobernador y el edil capitalino, ya que una vez pasado el proceso se reagrupan fuerzas para la elección constitucional, por lo tanto es inncesaria la llamada “opercación cicatriz”.
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