“Reconocer la trayectoria de los grandes hombres en el ámbito de la ciencia, la cultura y la educación, de aquellos que dan valor a la historia de Puebla”, es el objetivo de la asociación civil 
Forjadores de Puebla, destacó su presidente Rogelio García Rodríguez, al dar a conocer en rueda de prensa la entrega de las Preseas Forjadores de Puebla.
El Salón Barroco del Edificio Carolino de la BUAP, será la sede de esta premiación el próximo viernes 2 de diciembre a las 11:00 horas. Por su destacada participación social el licenciado Guillermo Jiménez Morales, ex gobernador del estado, será acreedor de esta presea al igual que Virginia Sendel de Lemaitre, presidenta nacional de la Fundación Michou y Mau, por la creación de esta asociación civil que ayuda a niños quemados.
Asimismo al empresario Rafael Moreno Valle Sánchez, quien ha tenido una participación importante en la construcción de estadios de futbol y beisbol y al doctor Rosendo Briones Rojas, director de la Facultad de Medicina de la BUAP, por su destacada labor de investigación en este ámbito.
También son acreedores a este reconocimiento Mari Loli Pellón, conductora de noticias de TV3, el maestro Pedro Ángel Palou Pérez, importante cronista e historiador de la ciudad y en el ámbito deportivo Roberto Ruiz Esparza, por sus méritos en el futbol.
Hairo Roque Centeno, encargado de asuntos de cultura de dicha asociación civil, comentó que estas distinguidas personalidades fueron seleccionadas por sus logros, mismas que deben ser reconocidas por los mismos.
Indicó que Forjadores de Puebla tiene la finalidad de velar por los jóvenes y discapacitados de la zona de Cholula, Tepeaca y Tecali de Herrera, pero se tiene una cobertura social de 12 municipios.
Rogelio García Rodríguez, presidente de la asociación mencionó que el año pasado el Rector Enrique Agüera Ibáñez, fue acreedor de esta presea el año pasado por sus logros en la Máxima Casa de Estudios de la entidad, por ejemplo otorgar becas a los estudiantes, condonaciones de titulación, así como mejora en infraestructura, con el fin de “que la Universidad recupere su esencia social, estableciendo proyectos a través de las diferentes facultades que beneficien a los diversos núcleos sociales del estado”, concluyó.
