Y la abuelita dice:
-Es para verte mejor-.
Nuevamente, Caperucita mira a su abuelita y dice:
-Abuelita, que orejas tan grandes tienes-.
Y la abuelita dice:
-Es para escucharte mejor-.
Caperucita vuelve a insistir:
-Abuelita, que nariz tan grande tienes-.
Y la abuelita le dice:
-Es para olerte mejor-.
-Abuelita que boca tan grande tienes-.
Y la abuelita contesta ya cansada de sus preguntas:
-Buenos, pues… ¿A qué chingaos viniste… a visitarme o a criticarme?-