Una de ellas dijo que realmente no había nadie especial en su vida.
La segunda, por el contrario, estaba entusiasmada con el nuevo hombre que había encontrado.
-Es perfecto. Es guapo, y anoche cuando salimos a cenar, me dijo las tres palabritas que había estado esperando escuchar de un hombre toda la vida.-
-Te dijo ¿Quieres casarte conmigo?-
-¡No, cómo crees! Me dijo: “Yo pago todo.”-