Ya de por si es difícil la situación en el país, como para escuchar de boca del propio Presidente de la República el gran y merecido reconocimiento que hace a las Fuerzas Armadas, Marina, Ejercito y Fuerza Aérea y luego deja aparte, pero sin restarle importancia al reconocimiento a la Policía Federal, reclamando a los gobernantes que depuren sus fuerzas policiales como si en la federación no fuera menester el caso (ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio) y olvidando en su mensaje a las instituciones de Seguridad Pública de los diferentes estados de la nación y en especial a todos los municipios de nuestra patria, como si ellos no existieran, como si ellos no contaran.
Y me pregunto yo; ¿pues a cómo anda el Kilo de Policía Federal y a como el de Estatal y pues ya de a perdis el Municipal?, no señor Presidente, está usted equivocado, en esta lucha que alguien tenía que iniciar y le toco a usted, todos estamos inmersos, pero sobre todo, los integrantes de las policías que usted por lo que me doy cuenta, ve de menor calado, esos… esos son los que primero tienen contacto con el ciudadano, criminal o no, delincuente o no, esos, son los que menos recursos tienen y que no se retiran, son los que viven y trabajan en su lugar de origen generalmente y si bien los hay corruptos, hay muchos más que dan todo por sus ciudades y quienes en ellas habitan.
¿A poco cree usted Señor Presidente que en las filas municipales los elementos son todos corruptos y en las federales son unos santos, a poco piensa que no tienen familia o que nacieron de probeta…?
No señor Presidente, ¡tienen hijos, esposas, primos, primas, abuelos, otros que todavía tienen a su padre y la gran mayoría… tienen mucha madre!, ellos aunque usted no lo crea Señor Presidente, a veces con equipo y a veces sin él, pero siempre están dispuestos a salir a trabajar y no son producto mediático de anuncios espectaculares ni programas salidos de las mentes mafufas de quien sabe quien, gastando millones de pesos que bien les vendrían a estos elementos en sueldo, prestaciones o apoyos para sus familias cuando ellos caen en aras de su deber.
Ellos, Señor Presidente, son los que se encuentran en la línea primera de lucha y de atención al ciudadano, ellos, son los que tienen que ser a veces maestros, a veces terapeutas a veces receptores de mentadas de madre cuando menos e insulto varios y siempre casi siempre en el sol o en la noche de la misma manera que cuando llueve o tiembla.
Ellos, Señor Presidente, seguramente los podríamos comparar con las líneas que Ermilo González Abreu hace en su libro de Canek, un Héroe Maya, cuando narra lo siguiente en cuanto a la gente del Pueblo:
Canek Dijo:
En un libro leí, que allá por los tiempos viejos, los señores quisieron juntar ejércitos para defender las tierras que gobernaban,
Primero, convocaron a los hombres más crueles, por que suponían que estos estaban familiarizados con la sangre; y así concertaron sus ejércitos entre las gentes de las prisiones y de los rastros.
Pero poco a poco sucedió que cuando estas gentes se vieron frente al enemigo, empalidecieron y arrojaron las armas.
Pensaron entonces en los más fuertes; en los canteros y en los mineros. A estos, les dieron armaduras y armas pesadas. De este modo fueron despachados para pelear. Mas sucedió que la sola presencia del contrario puso flaqueza en sus brazos y desmayo en sus corazones.
Acudieron después, con un buen consejo, a los que , sin ser sanguinarios ni fuertes, fueran de coraje y tuvieran algo que defender en justicia; tales como la tierra en que trabajan, la mujer con que duermen y los hijos con cuyas gracias se recrean.
Fue así como, llegada la ocasión, estos hombres lucharon con tanta furia, que dispersaron a sus contrarios y para siempre se vieron libres de sus amenazas y discordias.
Y así pienso y digo que entre nosotros sucede lo mismo.
¿Cómo quieren los señores blancos que usemos las armas con energía si las tenemos que usar solo en beneficio de ellos y de sus haciendas, y nunca en favor de nuestro espíritu?
(fin de la cita)
Señor Presidente éste pueblo al que se refiere Canek, también está representado, no solo por miembros de las honrosas fuerzas federales, sino también por los estatales y municipales que son pueblo y, sociedad y patria, que laten al igual que usted y que yo y que no se esconden tras los escritorios de grandes mandos, de falsas poses y de las historias que solo ellos se creen.
No señor presidente, no hay precio diferente entre un elemento de las fuerzas armadas o de las policías federales y de las estatales o municipales, como tampoco existen mexicanos de primera y de segunda, esto, que se entienda en la capital del país y en cada rincón de la patria.
Así como México solo hay uno y no hay otro igual, entre todos los mexicanos que amamos y cuidamos a nuestro país no tenemos por que diferenciar.
¿O no?
Juzgue usted