-¡Hola, chiquititoooooo!-
Y el muchacho sigue sin hacerle caso, por lo que el borrachín baja, lo alcanza y le dice:
-¡Hey, que te estoy saludando!-
Y el muchacho le responde:
-Pero si a usted ni lo conozco-
Y el borracho le grita:
-Pero yo a ti sí… ¡desde chiquitito!-