08-04-2025 04:55:11 PM

La Puebla real en números fríos

La gestión de Rafael Moreno Valle inicia con el siguiente panorama: en salud, casi tres mil niños murieron en 2010 por enfermedades y causas prevenibles; la tasa de mortalidad materna, más alta que el promedio nacional, implica casi mil decesos a causa del parto o con causas relativas al alumbramiento. Según el Coneval, en 2008 más de 64% de la población estatal era pobre.

En educación, la entidad ocupa el octavo peor lugar nacional en rezago educativo, con 48.5% de los mayores de 15 años sin concluir la primaria; según los datos del Censo, menos de 60% de las viviendas tiene agua, 9% tiene piso de tierra y sólo 14.5% tiene acceso a internet.

La cuestión social de Puebla muestra que es una de las entidades con mayores rezagos y que obliga al gobierno entrante a replantear lo que se ha hecho, con el fin de intentar superar la pobreza, desigualdad y condiciones de discriminación que persisten en la entidad.

La dimensión demográfica Puebla es la quinta entidad con mayor número de población en el país. Tiene, según los resultados definitivos del Censo de Población y Vivienda, cinco millones 779 mil 829 habitantes, de los cuales dos millones 769 mil 855 son hombres y tres millones nueve mil 974 son mujeres.

De acuerdo con el propio Censo, Puebla tiene una población más joven que el promedio nacional, pues la mitad de sus ciudadanos tienen menos de 24 años.

Este dato obliga a que el sistema de políticas que se diseñe para gobernar a lo largo de esta administración esté centrado en la construcción de una sociedad para todas las edades, poniendo énfasis en la construcción de oportunidades de empleo, salud y educación suficientes para cumplir plenamente con los derechos de los jóvenes que integran el llamado “bono demográfico”.

La estructura de los hogares

En el estado hay un millón 373 mil 772 hogares. De éstos, un millón 25 mil 727 tienen como jefe a un hombre y 348 mil 45 tienen como jefa exclusiva a una mujer. En términos porcentuales, estas cifras equivalen a 74.66% y 25.33%, respectivamente, es decir, uno de cada cuatro hogares tiene como jefa a una mujer, indicador que es sumamente similar al promedio nacional.

Es importante destacar que la mayor cantidad de hogares se concentra en el municipio de Puebla, en el cual el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) registró 394 mil 155 hogares, lo que equivale a 38.4% de los hogares totales de la entidad.

De ellos, 281 mil 983 tienen jefatura masculina y 112 mil 172 tienen jefatura femenina. Igualmente, en términos porcentuales estas cifras represen- tan 71.54% y 28.45% de hogares con jefatura masculina y femenina, respectivamente.

Como puede observarse, la proporción de hogares con jefas mujeres es mucho más acentuada en la capital del estado.

El dato es importante de ser destacado pues si bien uno de cada cuatro hogares en el estado tiene como jefa a una mujer, uno de cada tres de esos hogares se encuentra en la capital.

El descuido de los vulnerables

Si hay un grupo de población que vive en alto riesgo éste es el de los niños. Según los datos del Censo, en Puebla hay 335 mil 474 infantes entre los cero y dos años. De ellos, 170 mil 448 son niños y 165 mil 26 son niñas.

El dato es relevante porque, de acuerdo con el Anexo Estadístico del P/ Informe del Ejecutivo Federal, Puebla tiene una alta tasa de mortalidad infantil.

El indicador es de 16.5 fallecidos por cada mil nacidos vivos, superior al promedio nacional, que es de 14.2.

Según datos del Inegi, en 2008 se registraron en la entidad 164 mil 257 nacimientos. Tomando como referencia ese dato, y considerando la tasa de mortalidad registrada, la cual implica que por cada mil niños que nacen, mueren 16.5, tendríamos que en Puebla murieron en 2010 al menos dos mil 710 niñas y niños antes de cumplir el primer año de vida, es decir, un promedio diario de siete niños muertos.

Lo inaceptable del hecho es que la inmensa mayoría falleció por causas prevenibles.

Otro de los indicadores más importantes de rezago es la tasa de mortalidad materna, la cual se situó en Puebla en 2010 en 57 decesos por cada 100 mil nacidos vivos.

Una vez más, haciendo el ejercicio con los datos de Inegi, se tendría que en Puebla fallecieron aproximadamente 936 mujeres por causas relacionadas con el parto; es decir, mala atención médica durante el alumbramiento o por deficientes atenciones I— en los días posteriores al parto.

Una vez más, el grave problema con estos indicadores es que la mortalidad materna es, en más de 90% de los casos, prevenible, por lo que puede sostenerse que en 2010, hubo en Puebla al menos 800 mujeres que no debieron morir.

Las muertes inaceptables

La categoría de “muertes en exceso evitables” fue propuesta por la Organización Panamericana de la Salud para denominar aquellos fallecimientos que no debieron ocurrir, dada la disponibilidad de recursos técnicos y económicos para evitarlos.

En México, este tipo de fallecimientos están relacionados, por ejemplo, con los accidentes, pero también con muertes provocadas por enfermedades infecciosas o generadas por la desnutrición.

En Puebla, todas 1as tasas de mortalidad en menores de cinco años superan a los promedios nacionales, lo que implica un enorme reto de salud pública y de generación de nuevos mecanismos de protección social.

Así las cosas, la tasa de mortalidad en menores de cinco años por enfermedades respiratorias es, según el citado P/ Informe de Gobierno, de 1 39.1 muertes por cada 100 mil niños menores de cinco años.

La tasa promedio nacional en 2010 fue de 22.7, es decir, el indicador de Puebla es 58% más alto al registrado en el país.

En números absolutos, este dato implica que, si en el 2010 el Censo contabilizó a 574 mil 513 niñas y niños entre cero y cuatro años, entonces en ese año habrían fallecido, por la causa citada, 225 menores.

Por otro lado, la tasa de mortalidad en el mismo grupo de edad por enfermedades diarreicas se situó en 13.1 por cada 100 mil, frente aun promedio nacional de 10.9; es decir, 75 niñas y niños que fallecieron en Puebla porque literalmente se enfermaron del estómago.

Finalmente, está una de las peores muertes que pueden presentarse y es la generada por deficiencia nutricional. En este indicador, para el grupo de edad de menores de cinco años, la tasa en Puebla fue de nueve fallecidos por cada 100 mil en el grupo de edad, frente a una tasa nacional de 6.6. Este indicador implica un total aproximado de 51 muertes infantiles a causa del hambre.

A todos estos datos hay que agregar que las desigualdades intermunicipales son enormes, pues los municipios con mayores carencias tienen hasta tres veces mayores tasas que las registradas en la capital de la entidad.

Condenados a la ignorancia De acuerdo con el Censo, en Puebla hay tres millones 924 mil 146 personas mayores de 15 años. De ellos, 10.4% fueron contabilizados como personas en condición de analfabetismo.

Es decir, 392 mil 414 personas que no saben leer ni escribir un recado. Esta información lo coloca como el quinto peor a nivel nacional en ese indicador.

Asimismo, hay un 14.6% de ese grupo de población que no ha concluido la educación primaria, es decir, 572 mil 664 personas mayores de 15 años que no han concluido ese nivel educativo.

Finalmente, hay que destacar que 23.5% de ese grupo de edad no han concluido la educación secundaria, es decir, 924 mil 61 personas que no están inscritas en ningún plantel de educación formal.

Estos indicadores sitúan a Puebla como el quinto peor en el indicador relacionado con la secundaria incompleta.

En total, en Puebla hay un millón 903 mil 907 personas que se encuentran en condiciones de rezago educativo, es decir, 48.5% de los mayores de 15 años, o lo que es lo mismo, prácticamente 50 de cada 100 personas mayores de 15 años carece de la educación básica en Puebla.

Hacinados y con carencias Otro de los grandes retos que estará enfrentando el gobierno del estado en los próximos años es el de la cobertura de servicios al interior de las viviendas.

Según los datos del Censo, en Puebla cada vivienda tiene 4.2 ocupantes por vivienda, en contraste con el promedio nacional que es de 3.9, dato que muestra un alto grado de hacinamiento.

De acuerdo con la mismit fuente, 9.5% de las viviendas tiene piso de tierra; es decir}, de las un millón 391 mil 803 vi, viendas habitadas, hay al menos 125 mil 262 viviendas con esta característica.

Adicionalmente, sólo 52% de las viviendas tiene acceso al agua potable en su interior, y sólo 87% tiene servicios de drenaje, lo que implica que en 2010 había al menos 668 mil viviendas sin acceso al agua y 180 mil 934 que no tenían acceso al drenaje.

Sólo 21.5% de las viviendas tiene una computadora y sólo 14.6% tiene acceso a internet.

Con estos indicadores es difícil aspirar a la equidad, a la justicia social y a la competitividad económica.

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