Es duro pensar en la realidad que vemos cada día en las noticias, por un lado las catástrofes causadas por los fenómenos naturales que acontecen en nuestro planeta ya tan deteriorado por nosotros, por otro, los problemas bélicos que de carácter nacional o internacional se suceden en muchos países, en nuestro México, toda la problemática causada por la corrupción y la delincuencia organizada que tanto ha lacerado a nuestra nación últimamente.
Lógico es el pensar que no es posible por más que nos digan que en nuestro bello estado de Puebla nada pasa o nada pasará pues por más que nos juren y prometan, estamos seguros que muchos círculos se quedaron abiertos, y estos tarde que temprano se tendrán que cerrar, y entonces ya no cabrán los pretextos y mentiras de los hechos “aislados” y los sucesos “circunstanciales”, o como a mí en lo personal me lo dijeron, los cuentos del chupa cabras tratándose de la delincuencia organizada que según, todos hablábamos de ella en Puebla pero que nadie la había visto, días después :el atentado contra el sub procurador en Puebla Víctor Dorantes.
La cosa es que tenemos la realidad de los ocho o nueve ejecutados muy recientemente en el Estado de México, los ejecutados de Acapulco, el problema del enfrentamiento en Jalapa, Veracruz entre elementos del ejército y la delincuencia, los suicidios que se comienzan a dar entre elementos policiales, así como accidentes de los integrantes de la seguridad pública, causados más que nada por el stress promovido por la problemática que actualmente vivimos en el país.
¿Hasta dónde llegaremos y hasta cuándo se cerrará este círculo en nuestro Estado que, quién sabe quien abrió irresponsablemente? Porque la cosa es que cada vez estamos más cercados o tal vez menos informados.
Es de vital importancia que las nuevas autoridades entren con renovados bríos y que no sólo se atienda el problema delincuencial que ya de por sí es grave a nivel narcotráfico, sino que se entienda como un todo global en donde se encuentra la mal llamada delincuencia común así como todos los “problemas más lacerantes” como el secuestro, la trata de personas, la piratería y otros más.
Al mismo tiempo, estas nuevas autoridades deberán de tratar y atender el problema de los integrantes de la seguridad publica en el tema de su profesionalización y de igual forma en sus prestaciones y sobre todo un trato mucho más humano y digno a fin de que el elemento siga entregando, como lo hace hoy, toda su voluntad y esfuerzo.
Que se entable una nueva relación y compromiso social entre uniformados y civiles y que juntos dejen de permitir que intereses mezquinos y personales tiren por la borda el trabajo de los buenos elementos, que sí los hay y son muchos.
Que quienes tomaran decisiones, lo hagan desde la mejor plataforma, la más informada, y que quienes operen esas decisiones sean personas de probada calidad y seriedad, tal y como lo prometió el Gobernador electo Moreno Valle y no se quede en decisiones de compadrazgo como ha sucedido por décadas.
En fin que si se va a cerrar un círculo, que se cierre un círculo virtuoso y no un círculo vicioso que seguramente a todos nos afectará.
¿O no?
Juzgue Usted