Los muros de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), el Congreso local, del Comité Directivo Municipal del PRI, del ayuntamiento de Puebla y de algunos comercios del centro histórico, quedaron como evidencia del repudio de los poblanos en contra del alza a la tarifa del transporte público.
“Fascistas” y “Marín-Rivera y Moreno Valle son lo mismo”, “Gordo precioso sigues llenando tu bolso”, “Ni un peso más gordo de mierda”, fueron las consignas que se leyeron en las pancartas y pintas que colocaron los manifestantes en los edificios señalados.
Se trató de unas 600 personas, entre estudiantes del denominado Movimiento Independiente Revolucionario Estudiantil y del Movimiento Ciudadano en Defensa de la Economía Familiar, quienes intentan revertir el incremento de un peso a la tarifa u obtener un descuento preferencial para los estudiantes.
La Asamblea Permanente del Transporte Público lanzó un rotundo “no” al descuento que solicitaron los estudiantes, al tiempo de insistir en que el incremento de cinco a seis pesos resulta insuficiente para que puedan brindar un servicio seguro y limpio.
La Secretaría de Gobernación (Segob) estatal, aseguró que detrás de las movilizaciones existen grupos políticos que intentan desestabilizar el cambio de poderes, al tiempo de asegurar que la decisión de incrementar un peso a la tarifa no fue “convenenciera”.
En punto de las once de la mañana de ayer, el Movimiento Ciudadano en Defensa de la Economía Familiar se congregó en el reloj del Gallito en el Paseo Bravo, bloqueando la Avenida Reforma por una hora en tanto el contingente caminaba al zócalo.
A la misma hora, pero en Ciudad Universitaria se reunió un grupo de estudiantes que marchó por la 14 Sur, para llegar una hora después a la Facultad de Medicina en la 31 Poniente para sumarse a otro contingente formado por más de 500 estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) en mayoría.
Los jóvenes marcharon hacia el zócalo de la ciudad, pero al pasar por las principales calles del centro histórico aprovecharon para gritar consignas y pintar las fachadas de la CTM, el Congreso local, el PRI, el edificio del ayuntamiento y algunos comercios de transnacionales.
Ante ello, el gobierno estatal determinó blindar Casa Aguayo, sede del Poder Estatal, donde concluiría la marcha, mientras que una centena de granaderos esperaba a los manifestantes.
Los estudiantes al llegar al punto decidieron bajar de tono las consignas para evitar caer en provocaciones de los policías y “ser agredidos”, señalaron al tiempo que lanzaban un comunicado de medios en el que responsabilizaron al gobierno estatal de cualquier ofensa que sufrieran.
Un comité de estudiantes entregó un pliego petitorio a la Secretaría de Gobernación, al tiempo de informar que esta será la primera de varias movilizaciones que realizarán para repudiar el alza a la tarifa.
El subsecretario de Asuntos Políticos de la Segob, Joe Hernández Corona, aseguró que grupos políticos están detrás de las movilizaciones. .
“No fue una decisión convenenciera, fue una decisión de gobierno que va encaminada a dar sustento a los transportistas. Se decidió en conjunto, los dos gobiernos y este incremento será aplicado los dos años siguientes. No es un capricho del gobierno estatal, sino producto del alza de las gasolinas, si no se incrementaba habría un colapso en el transporte público”, dijo.
No a los descuentos
El líder la Asamblea Permanente del Transporte, Delfino Reyes Bocardo, dijo que no se dará un descuento a los estudiantes, y que sí solicitarán a la próxima administración que la tarifa llegue a los ocho pesos.
El transportista reconoció que el gobierno marinista les concedió el incremento de cinco a seis pesos sin establecer tiempos para la modernización de sus unidades y añadió que si la próxima administración no les autoriza un incremento de dos pesos más, no podrán ofrecer a los poblanos un transporte limpio y seguro.
¿Sería viable un descuento para estudiantes?, preguntó Status
-No.
¿Por qué no?
-Pues nada más. No, imagínate, alguien tendría que pagarlo y nosotros no.
Reyes Bocardo solicitará al gobierno de Rafael Moreno Valle, que autorice lo más pronto posible el incremento de la tarifa de seis a ocho pesos. El aumento de un peso, que se registró el primer día de este año, sólo es un paliativo que no permite la modernización del parque vehicular del transporte colectivo.
Se trata de representantes de 160 rutas del transporte público, quienes no esperarán dos años para un nuevo ajuste tarifario, como lo señaló Víctor Mata Temoltzin, representante del equipo de transición del gobierno electo, cuando el gobierno marinista anunció súbitamente que el pasaje subía de cinco a seis pesos.
Cabe recordar que, Reyes Bocardo reconoció que lidiarán con el repudio social, pero justificó el incremento, al asegurar que hasta una trabajadora doméstica gana más de un salario mínimo al día y por ello cualquier persona puede pagar dos pesos más.
“Vamos a lidiar con el repudio de la sociedad únicamente con trabajo y más trabajo. No podemos decir que el pasaje no va a subir más. Pero, si los insumos se encarecen tenemos que insistir en la modificación de la tarifa. No quiero decir que mañana mismo estemos solicitando un peso o dos más, o golpetear a la próxima administración; no es nuestra intención. Ahora nos dieron un paliativo que permite que sigamos brindando el servicio, pero ¿cuánto más vamos a durar con esta tarifa haciendo el servicio sustentable? No lo sabemos”.