Es de noche, estamos solos mi novio en su casa. El me comenta que una pareja de amigos va a venir a visitarnos para cenar. Yo le dije que encargue unas pizzas para comer algo rápido y no ensuciar demasiado la cocina.
Llegan Ricardo y Lucia. El un hombre apuesto, elegante; ella una mujer fina pero sencilla como yo. Ricardo y mi novio se conocen desde la secundaria, salían a todos lados. Lucia es mi mejor amiga. Todos tenemos casi la misma edad, alrededor de 35 años. Cenamos mientras que los hombres recuerdan las locuras de adolescentes. Nosotras nos reíamos de las cosas que decían ellos. La conversación se fue poniendo cada vez más hot.
Mi novio propone hacer un juego con cartas. Las reglas eran sencillas el que sacaba la carta más baja pierde y tiene que sacarse una prenda. Yo dude un poco en participar, pero los tres me convencieron, ojo que no fue nada fácil convencerme.
Comienza el juego. Saco una carta y zafe. Perdió Lucia, se saco una ajustada remera dejando al descubierto un corpiño de encaje rojo que envolvía sus grandes tetas. En la próxima ronda perdí yo y me saque mi remera, tengo menos que Lucia pero nada que envidiar. En la tercera ronda perdió mi novio. El juego siguió, yo fui la primera en quedar completamente desnuda. Ricardo, que estaba en calzoncillo, se estaba comenzando a excitar, y por lo que se veía estaba ben dotado. Yo trataba de taparme, ya que soy un poco más tímida que los demás.
Los que perdimos y no tenemos más prenda para sacarnos tenemos que cumplir una prenda. Perdió mi novio y gano Ricardo. La prenda consistía en darle un beso de lengua a Lucia. Me sorprendió que el accediera sin dudarlo. En la siguiente mano la que perdió fui yo. La prenda la elegía Ricardo. Era más osada que la anterior, era chupar y lamer la conchita a Lucia. No tenía escape. Me acomode y empecé a lamer su tibia vagina. De repente siento que unas manos rodean mi cintura, era el novio de mi amiga, levanto la cara y veo como Lucy le chupaba la verga a mi compañero.
Siento como Ricardo me mete su pija enorme en mi húmeda conchita y empieza a moverse empujándome con ganas. Lucy cambia a posición de perrito y nos empezamos a besar. Nos tocábamos las tetas una a la otra mientras que nos cogían por atrás. Empiezo a sentir un dolor punzante, me la estaba metiendo por mi apretadito culito. Me la metió hasta los testículos. Era fantástico. Gritaba de placer. Acababa cada rato. No daba más hasta que siento como su pija bombea toda su leche en mi culito. Mi novio volteo a Lucia acabando en sus grandes pechos.
Quedamos exhaustos. Nos tiramos sobre la alfombra de la sala. Y yo propuse:
¿Y si invitamos a más jugadores?
Los tres me miran sorprendidos y nos echamos a reír. Fin.