Un individuo sorprende a su mujer en la cama con otro…
Buscó una pistola y con cuidado, para no ser percibido por los infieles, apuntó, y cuando estaba listo para meter la primera bala, paró para pensar.
Fue ahí que percibió cómo su vida de casado había mejorado en los últimos tiempos…
La esposa ya no pedía dinero para comprar carne, ni para comprar vestidos, joyas o zapatos, a pesar de que todos los días aparecía con un vestido nuevo una joya nueva o una sandalia de moda.
Los niños cambiaron la escuela pública del barrio para un colegio privado en un elegante sector de la ciudad.
Y qué decir de la MiniVan nueva que su mujer había comprado, a pesar de estar él hace cuatro años sin aumento de salario, y de haberle suspendido desde entonces la mesada que solía pasarle.
Y de las provisiones ni hablar.
Nunca habían tenido tanta abundancia en casa como en los últimos meses.
Y las cuentas de luz, agua, teléfono, internet, celular y tarjetas de crédito: hacía tiempo que ni oía hablar de ellas.
El caso es que su mujer era un bombón. Una mezcla de Nicole Kidman con Khaterine Zeta Jones, enriquecida en un caldo de Elizabeth Hurley. Una hembrita de locos, súper guapa y con un cuerpazo.
Guardó el arma con el mismo cuidado para no ser percibido y fue saliendo del cuarto despacio, para no molestar a la pareja.
Paró en la puerta de la sala, su sala. Encendió un cigarrillo, reflexionó un poco y dijo para sí mismo:
– El tipo paga la servidumbre, el supermercado, la educación de los
niños, las cuentas de la casa, el carro. ¡Todos los gastos! Y yo voy a la
cama con ella todos los días…!
Y saliendo de “su casa” concluyó:
¡Chin? su madre!
¡El CORNUDO ES ÉL!