Un ricachón tenía como empleada doméstica a una
joven muy linda, pero con muy poca cultura.
Luego de poca conversación y muchos tragos, pasaron
una noche apasionada de máximo placer, y al día siguiente,
el ricachón le dijo a la humilde muchacha:
?Domitila, estoy muy agradecido contigo, la noche que me
has obsequiado fue maravillosa? pídeme lo que sea, que
yo te lo doy con gusto ?a lo que ella le contestó:
?¡ay, siñor, … yo quiero una ¡flor!?
El hombre se conmueve y piensa:
¡Qué ternura!!!!!!!!!, cuánta humildad!!!!!, ¿sólo
eso? ¿de cuál quieres? te doy todo un ramo, ¿rosas?
¿claveles?, orquídeas? escoge la que quieras?
?No siñor?, contesta ella… yo quiero una flor
esplorer 2009 negra? como la di la siñora?