En la clase empresarial poblana es el tema de actualidad:
La venta de Puebla Automotriz, de Vicente Alonso, nada más ni nada más que al constructor favorito del sexenio Edgar Nava.
La operación, aseguran, es millonaria.
Tan sólo la concesionaria de autos de la Chrysler cuenta con una extensión de terreno de 15 mil metros cuadrados que a precio de mercado, sólo por la superficie, se pagaron 60 millones de pesos.
La suma es superior si se toma en cuenta el título de concesión, inventarios y activos de la firma automotriz.
El constructor y contratista Edgar Nava, cuya vertiginosa carrera en el mundo de los negocios y la política se inició en el sexenio del gobernador Melquiades Morales Flores, primero como secretario particular del entonces procurador Carlos Arredondo Contreras y luego como contratista de obra pública y proveedor gubernamental de bienes y servicios, es hoy un personaje estrechamente ligado al primer círculo marinista.
¿Por qué vendió Vicente Alonso?
Cuentan las fuentes consultadas que como resultado del embargo que hizo Bacardí-Domecq a los centros de distribución de vinos que tenía en Atlixco, lo que le había generado un hoyo financiero estimado en 150 millones de pesos.
¿Y Nava con qué adquirió?
El constructor y contratista Edgar Nava ha tenido una impresionante carrera en el mundo de los negocios y la política, la cual arrancó en el sexenio del gobernador Melquiades Morales Flores, primero como secretario particular del entonces procurador Carlos Arredondo Contreras y luego como contratista de obra pública y proveedor gubernamental de bienes y servicios.
Hoy es un personaje estrechamente ligado al primer círculo marinista.
Y ya no como prestanombres, que lo fue de Fernando Morales Martínez, hijo del ex gobernador Melquiades Morales, sino como contratista consentido en obras de gran volumen, como la carretera Alcomunga-Eloxochitlán.
El periodista Rodolfo Ruiz contó en el 2007 que “dicho tramo carretero, que le fue asignado de manera irregular en esta administración estatal, sin licitación pública de por medio y al margen del artículo 43 de la Ley de Obra Pública y 71 de la Ley de Egresos del estado de 2006, pese a tratarse de un contrato de 21 millones de pesos.
“Otra obra carretera que por sus buenos oficios y relaciones con el poder tiene a su cargo Edgar Nava, conocido ya como el constructor del sexenio, es la ampliación de la carretera a Valsequillo, donde el gobierno estatal tiene previsto impulsar un importante desarrollo turístico, inmobiliario y de servicios, semejante a Valle de Bravo.
Nava dispone de jugosos contratos que en forma directa o a través de licitaciones a modo ha logrado que se le asignen a Grupo Constructor y Arrendador del Centro (Gruconsa), ESNA Construcciones, Animal Concret y otras constructoras.
Logró obras importantes como el Arco Oriente del Periférico, el Hospital General Norte y la ampliación del boulevard Forjadores y la carretera Puebla-Tepeaca.
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