La sucesión en el Consejo Coordinador Empresarial, ante la decisión de Gabriel Huerta Ortega, de no reelegirse empieza a tomar visos de infiltración del poder que se supone compete a los líderes del organismo cúpula de cúpulas.
Mientras influyentes personajes del marinismo alientan la postulación de Yraclis Psihas Valdéz y Armando Adame Sosa, como plan “B”, el ala dura yunquista apuesta por Luis Rodríguez Fernández.
Frente a este choque de trenes que traerá para el proceso de renovación del CCE en marzo del 2010, una tercera corriente pretende mejor proponer a Antonio Yitani Maccise, actual presidente del Club de Empresarios, cuyo trabajo conciliador podría evitar el encontronazo patronal.
Y es que el CCE representa hoy una buena oportunidad de controlarlo con miras al proceso electoral del próximo año, sobre todo porque está claro el papel legitimador de los comicios por parte del sector privado.
En esta búsqueda de aliados, Yraclis cuenta con el apoyo del secretario de Finanzas, Gerardo Pérez Salazar, en tanto que Armando Adame Sosa, principal supervisor de calidad de las obras estatales tiene su apoyo en el titular de la Seduop, Javier García Ramírez.
El problema para Gabriel Huerta sin duda que está en que ha sido liquidado de los negocios de la familia. ¿Líder del CCE sin empresa?
De ahí que busque el cabildeo con los vicepresidentes, a efecto de evitar una nueva confrontación interna como la que se vivió entre Eduardo García Migoya y Juan José Rodríguez Posada hace año y que significó el desmantelamiento del sector. La diferencia del segundo sobre el primero fue de apenas un voto.
A pesar de los amarres internos, García Migoya no ganó, porque los dos escrutadores que se supone tenían el mandado de sus respectivas cámaras sufragaron en contra: Alejandro Cuottolenc Villar (Textil) e Yraclis Psihas Valdéz (Canacintra).
Con su voto, más el uso de organismos fantasmas, Juan José Rodríguez se impuso. En reciprocidad por haber votar a su favor, desde el CCE se paró cualquier campaña contra los malos manejos de Couttolenc, hoy funcionario de la Aduana de Veracruz, en su paso por la Cámara Textil.
A Yraclis le prometieron y cumplieron una vicepresidencia con el siguiente líder del CCE para evitar sospechas si Juan José lo hubiera incluido.
El propio Rodríguez Posada para evitar una nueva división empezó a amarrar la designación de Gabriel Huerta, a través de los vicepresidentes. Reunido a los cuatro y pidió que en votación secreta definieran su apoyo. Claro, todo estaba amarrado con cada uno. Así salió el nuevo presidente del CCE.
Ahora, Huerta Ortega pretende aplicar la misma fórmula para evitar que se abra la elección. Ha gestionado con Yraclis, Adame, Rodríguez y Gilberto Marín Quintero una reunión para definir quién sería su sucesor.
El problema es que Yraclis y Adame van juntos con el apoyo del marinismo, mientras que Luis Rodríguez se mantiene cauteloso. Ahora busca los primeros presionar a Huerta desde los negocios que tiene con el poder para favorecer su causa.
Frente a esta situación, ya apareció una nueva vía: Antonio Yitani.
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