Las supersticiones, como recursos de la idiosincrasia para creer que se puede alterar el destino haciendo algún ritual físico, son parte del breviario cultural de los pueblos en casi cualquier práctica social, como en los deportes o en la política. El que algo sea ‘de buena suerte’ o de ‘mala suerte’, implica una negación o una oportunidad en la compra-venta de productos: digamos que si algo se pone ‘de moda’ para quitar el mal de ojo, este producto sube en países como España y México, donde existe un alto índice de estas creencias.