“Lo mejor está por venir”. Con esta frase cerró su discurso el senador Rafael Moreno Valle Rosas en el polémica Informe Legislativo del pasado 18 de octubre, donde en el imaginario colectivo quedó marcado como el favorito de la contienda interna panista por la gubernatura.
Sin embargo, todo apunta a que al interior del PAN “lo peor está por venir”.
Y es que los principales liderazgos se unieron ya en su contra y preparan todo tipo de argucias legaloides para aplicarle el clásico “estatutazo” panistas con miras a dejarlo inhabilitado para participar en una elección interna.
Humberto Aguilar Coronado, Ana Teresa Aranda de Orea y Jorge Ocejo Moreno a través de operadores, expertos en el arte de rascar hasta las piedras para hallar “evidencias” que conduzcan a su descalificación ya trabajan en eso.
“Cualquiera menos Moreno Valle” ya se empezó a escuchar en los pasillos de la burocracia dorada panista, donde se presiona a los jerarcas para revertir el decreto pragmático a favor de Rafael para que se apoye a Beto Aguilar.
Los mensajes contra Moreno Valle van en aumento. Su cercanía con la maestra Elba Esther Gordillo es el principal pretexto. Aquellos panistas que han expresado su respaldo a su aspiración son ya objeto de presiones: “Te va a castigar Dios si apoyas a Rafael” les han dicho, a quienes están acostumbrados a “callar y obedecer”.
Varios tiradores de la Organización han dejado ver su posición en medios nacionales: Federico Muggembürg y Enrique Aranda, advirtieron que los intentos de Elba Esther por impulsar la candidatura de Moreno Valle a la gubernatura de Puebla con el aval del presidente Calderón no prosperará.
“En la actualidad parece ser ajena la percepción de que “Elba Esther está de vuelta —como si en algún momento se hubiera ido— y lista para apostar por el logro de los mejores resultados para sí y sus aliados en los próximos comicios federales pero, más aún, iniciar la construcción de su estrategia con miras a lograr —sola o con otros, y esto es lo verdaderamente importante— tales resultados que pueda, sin problemas, mantener sus actuales privilegios, y más”.
“Explíquese si no para qué la singular maestra podría seguir apostando su prestigio y el poder del magisterio que controla por la preservación y el aumento de la fuerza de gobernadores como Humberto Moreira de Coahuila y Eduardo Bours Castelo de Sonora, que están de salida o, más, ¿cómo entender, sin poner la mira en 2012, su implícito apoyo a las eventuales candidaturas —por Acción Nacional y con el apoyo de sus “inocentes” militantes, claro— de los neoneopanistas, ex priistas ambos, Miguel Ángel Yunes para Veracruz y Rafael Moreno Valle en Puebla.
“Ahí están los hechos y también la preocupación y el mal disimulado malestar de quienes, en el interior del blanquiazul, consideran riesgosa la apuesta de un eventual acuerdo con Nueva Alianza y, más, con la poderosa maestra… independientemente de la cercanía y el compromiso de ésta con el actual gobierno”. Así lo escribió no hace mucho, el primo de Anatere y Muggembürg, Enrique Aranda en su columna De Naturaleza Política, bajó el título “La Apuesta de Elba…”.
Por lo visto, lo peor está por venir en un partido en el que históricamente se ha preferido mantener el statuo quo que el ejercicio del poder político.
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