Antes de la campaña anti voto, la única reflexión que se debía hacer era por quién votar, pero ahora, los ciudadanos se distraen pensando siquiera si hay que votar o no. Los anuncios del IFE, aunque repetitivos, tienen un punto importante: ¿qué opinará la mujer que hace algunas décadas no podía votar y que vio realizado este derecho en un país que progresó?