Los resultados de la última encuesta del Buró de Estrategias y Análisis del Poder, donde se observa un empate técnico en los cuatro distritos de la capital: 6, 9, 11 y 12, arrojan una lectura política que marcará la recta final de la campaña por las diputaciones federales.
Y es que de mantenerse la tendencia cerrada con un voto indeciso que se transformó en sufragio nulo el más afectado será el PAN, mientras que el PRI podrá echar mano de lo que cuando se aplica mejor le sale: la movilización electoral.
Los panistas llevan desventaja.
La constante de la campaña es que ya no hay dinero.
Los candidatos han sido retirados de los medios de comunicación porque el recurso económico se agotó.
Los actos de campaña cada vez son más raquíticos.
Fueron contrastantes dos hechos este fin de semana.
Mientras en Canoa se congregaron más de 4 mil personas con la presencia del líder nacional panista, Germán Martínez, en Cholula de 800 sillas colocadas para un encuentro con Omar Coyopol sólo se ocuparon 350.
El Comité Ejecutivo Nacional del PAN intervendrá esta semana en una auditoría a las estructuras del partido, pues existen evidencias palpables de que no alcanzarán para la cobertura de casillas y mucho menos para la movilización.
Hay preocupación porque se observa una parálisis panista ante la operación política que se observa en el PRI.
Estamos pues en el escenario de la guerra del lodo, la descalificación y el uso del poder para ganar el próximo 5 de julio.
Se observa con claridad la existencia de una elección de Estado, en la que intervienen los tres niveles de gobierno.
El PRI subió en las preferencias de la capital por la aparición en campaña del gobernador y la alcaldesa, mientras que el PAN difunde ya spots donde se aprecia la imagen del presidente Felipe Calderón.
El final será de fotografía.
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