Para quienes afirman en el gobierno federal que las auditorías giradas contra directivos y jugadores del equipo de fútbol Puebla La Franja responde a un procedimiento aleatorio de fiscalización, vale una pregunta:
¿Por qué El Chelís y jugadores fueron notificados en los vestidores del equipo en el estadio Cuauhtémoc?.
¿Ese es su domicilio fiscal?.
Patrañas.
Se trató sin duda de una presión tributaria para impedir que ocurriera lo que pasó: El Chelís alineado en las filas del PRI.
El entrenador de La Franja estaba seguro que ante lo insoportable de Ricardo Henaine se tendría que ir del equipo. Incluso, en más de una ocasión llegaron a los golpes.
Siempre contó con el respaldo de Francisco Bernat. Se le sugirió desmarcarse del marinismo, pero el mensaje enviado al panismo en el poder fue claro: “Soy empleado del gobernador”, dijo a Reforma.
De ahí llegaron las auditorías y la intervención del SAT en las finanzas del equipo.
El Chelís había buscado respaldo político. Pidió que lo ayudaran a contactar al senador Rafael Moreno Valle, quien por lo visto no tuvo nada interesante que ofrece.
Y es que él no manda en el PAN.
Los Bernat también se han acercado a panistas que desde su óptica podrían ayudarles. Los panistas en el poder quieren alguien para encabezar una insurrección política en Puebla.
Francisco Bernat sin duda que manda señales. El pasado fin de semana corrió a El Chelís por aparecer en un spot de apoyo a la campaña priísta, lo que causó su irritación no fue necesariamente la acción del entrenador, sino que él había prometido a sus aliados azules que Sánchez Solá estaba bajo su control.
Por eso, el manejo de las auditorías -como Juan Gabriel en el 2000- parece ser la tónica.
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