El escenario de crisis mundial se presenta como la oportunidad para replantear los esquemas de funcionamiento de los bloques de integración de países latinoamericanos, ya que a 49 años de la promoción de este ejercicio a través de tratados o acuerdos económicos a favor del desarrollo de las naciones, sólo se han tenido resultados negativos y únicamente ha beneficiado de forma unilateral a unos cuantos.