El discurso de los nuevos tiempos en el PRI quedó sólo en eso. La víspera del registro de precandidatos al proceso federal 2009 para contender por una curul en la Cámara de Diputados dejó al descubierto que las imposiciones persisten. Al menos en eso coincidieron un par de aspirantes quienes tras la marginación dejaron al descubierto también que esperan recibir “el premio de consolación”.