Ignorante y cínico, el alcalde de San Andrés Cholula, David Cuautli, se convirtió ya en un lastre para las aspiraciones legislativas del Partido Acción Nacional.
Sus corruptelas han sido documentadas y sus aliados cada vez se percatan del cúmulo de irregularidades que prevalecen en su administración, la cual se ha convertido en un modelo a no seguir.
“El presidente municipal (de San Andrés Cholula, David Cuautli) no está en su capacidad y liderazgo para analizar toda la problemática que existe en mi comunidad en áreas como seguridad pública, educación, competividad y vinculación con la sociedad”.
Con tales palabras, un grupo de ciudadanos dirigen una carta al gobernador Mario Marín Torres en la que le piden su intervención, porque en San Bernardino Tlaxcalancingo, junta auxiliar de San Andrés, “hay casas inundadas por la falta de drenaje y los servicios públicos resultan lamentables”.
Lo peor, añaden, “nos hemos topado con la negativa del alcalde para recibirnos y resolver la grave situación que afecta a la comunidad”.
Le solicitan que envíe personal para una inspección ocular de los trabajos realizados con los recursos del ramo 33.
No es la primera vez que colonos exigen cuentas a Cuautli. Hace unas semanas, vecinos de una colonia, cercana a San Martinito por la vía Atlixcáyotl, esperaban al alcalde para exponerle la grave problemática. Los dejó plantados.
Indignados, ubicaron dónde se hallaba el presidente municipal, quien estaba en una ceremonia de corte de listón en una escuela.
Ahí, llegaron en camionetas. Subieron a Cuautli y lo llevaron a la colonia.
Le demandaron cumplir sus promesas de campaña, como era derribar una barda que provocaba un taponamiento del agua y, por ende, inundaciones de las casas.
Espantado, Cuautli ordenó vía telefónica que personal de Obras Públicas resolviera la problemática.
Otro caso es de Crescenciano Solís, quien se niega a resolver el despojo de su terreno en la zona rústica del Michatenco. Además de la desgracia personal de perder a su esposa y él encontrarse postrado en cama por daños a su salud, ya interpuso una denuncia ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (7497/2008-I) contra Cuautli por su “abuso de autoridad” y desdeñar la demanda penal 858/2008/SACHO.
Ha acudido al Orfise y al propio Congreso ante la actitud “soberbia, prepotente, autoritaria y corrupta del alcalde”.
Ni duda cabe que el alcalde a puros fregadazos sociales responde.
El buen gobierno con sangre entra.
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