19-04-2024 04:36:12 AM

Alternativas “divinas” para combatir el secuestro

Los tres niveles de gobierno, los tres poderes del estado, la comunidad empresarial y la sociedad en general se han roto la cabeza los últimos 15 años pensando qué hacer para disminuir el altísimo índice de secuestros que desde ese tiempo se registra en nuestro país.

Desde más años de cárcel hasta la cadena perpetua, pasando por candados financieros que impidan el pago de los rescates hasta llegar a la pena de muerte, son tan sólo algunas de las alternativas que los sesudos especialistas en la materia se han planteado, sobre todo en los últimos meses, después de que se hizo público el brutal secuestro y asesinato del joven Fernando Martí.

¿Y por qué no el exorcismo y la oración?

No, de verdad, no se ría.

Los habitantes de la fronteriza ciudad de Tijuana, una de las más azotadas por los embates de la delincuencia organizada, juran y perjuran que este es el método ideal y más efectivo para combatir el secuestro y otros delitos que dañan el tejido social.

El encargado de venderles semejante garlito es un cura del lugar, que se hace llamar el Padre Rayito y que se ha convertido en una auténtica celebridad entre la comunidad de fieles católicos.

Este individuo es un claro ejemplo de cómo aprovechar una realidad nacional alarmante en beneficios personal, aplicando al pie de la letra los principios básicos de la mercadotecnia moderna y sobre todo, sacando ventaja de la histeria colectiva que en materia de seguridad pública se ha desatado en México.

El cura tiene sus propios programas de radio y de televisión, ha formado su congregación particular y vende una serie de productos “benditos” que prometen resultados milagrosos para evitar ser victima del crimen o bien para alejar a las almas puras de la terrible tentación de delinquir.

En su más reciente número, la magnífica revista Gatopardo le dedica a este personaje un muy interesante reportaje, en donde se establece que uno de los productos estrella del Padre Rayito es un “aceite bendecido por el sacerdote, pero que es considerado “milagroso” por sus seguidores, en especial por quienes buscan que les alivie alguna enfermedad del cuerpo, y aún más, del alma”.

“Este “sacramento de la sanación” es aplicado a madres de secuestrados, a hermanos de personas que ha ejecutado la mafia local, pero también a todos los feligreses que buscan protegerse con este rito de la ola de violencia que sacude a la ciudad. El aceite termina provocando llantos y estremecimientos”.

¿Cómo la ve?

Pero eso no es todo, el sacerdote asegura que “con oración la violencia “se derrumbará por sí misma”, y ofrece sus misas a secuestrados y a los muertos que aparecen encobijados en los márgenes de la ciudad”.

¡Zás!

Y pensar que nuestros prosaicos representantes populares buscan la solución al problema de la inseguridad en las mundanas estrategias terrenales.

¡Sacrílegos!

Sin embargo, el monumental engaño funciona a la perfección.

Según el reportaje “el número de sus fieles, la mayoría con familiares y conocidos que han sido víctimas de la violencia del narcotráfico, aumenta vertiginosamente desde que Padre Rayito llegó a Tijuana en 1994. No es posible determinar su número de seguidores, porque sus programas se transmiten por satélite e internet a todo Latinoamérica”.

“No por nada el Padre Rayito ha despertado los celos de algunos de sus colegas, que al principio lo acusaban de exceso de protagonismo y desconfiaban de sus métodos, pero con la pérdida de feligreses de la Iglesia católica hacia otras protestantes y evangélicas, la católica no tuvo más que usarlo de aliado y aprovechar su carisma y su liderazgo”.

Pero hay más, sí, todavía se puede más.

El sacerdote asegura haberle practicado un exitoso exorcismo a un criminal poseído por el demonio en diciembre de 2007 ya que está convencido de que “los espíritus que vagan por el espacio encarnados en los criminales también son exorcizables” y que a través de un procedimiento similar logró la liberación de un secuestrado miembro de su congregación.

Pues ya lo ve, ante el evidente fracaso de las estrategias tradicionales en materia de seguridad pública ¿por qué no ensayar algo similar?

¿Quién de los curas locales se apunta para ser la versión poblana del Padre Rayito?

Yo sé de muchos que se morirían de ganas.

 

latempestad@statuspuebla.com.mx

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