Pocas veces se produce tanta información como cuando sucede un fenómeno tan impactante, peligroso y global como la crisis financiera en Estados Unidos. De ahí que, cualquier ciudadano común como uno –sin ser profesional y mucho menos especialista en economía- se atreva a opinar al respecto y, lejos de ofrecer datos novedosos y mucho menos propuestas, el intento es desesperado por tratar de explicar como una de las máximas potencias mundiales, el gran imperio que exporta su cultura, sus artistas y sus chistes, esté quebrando.