Para “El Chato” Martínez Duarte, descansa en paz
El siempre generoso, pero con lo ajeno, Melquiades Morales Flores entregó una superficie de siete hectáreas a los empresarios Carlos Peralta y Ricardo Henaine para desarrollar el parque de diversiones “más grande del sureste del país”.
Fue una donación a 99 años y se fijó el candado de impulsar el entretenimiento por encima del negocio de bienes raíces. Apenas Peralta se enteró de que se montaba una empresa para quebrar y ganar plusvalía en las tierras y se retiró.
Todo quedó en manos de Ricardo Henaine, quien asociado con Corporación Interamericana de Entretenimiento (CIE) compró juegos mecánicos con antigüedad de 20 años.
Nada más los reparó y si usted tiene la oportunidad de pasar por la zona Atlixcáyotl se dará cuenta que están mejores los de cualquier pueblo. Incluso, se encuentran al nivel de los juegos que durante años se instalaron en el Paseo Bravo.
Corporación Interamericana de Entretenimiento informó hace cuatro años que había cerrado las puertas de su parque de diversión “Divertido” en la Ciudad de México para utilizar algunos de esos juegos y crear un nuevo centro en la ciudad de Puebla.
La empresa, con sede en la Ciudad de México, espera abrir el nuevo centro de diversión, que se conocerá como Valle Fantástico a mediados de diciembre del 2004. “No es una réplica lo que haremos en Puebla, es un nuevo concepto”, dijo. “Pensamos que se puede convertir en un polo de atracción turística”.
Claro con juegos mecánicos obsoletos.
Cuatro años después Henaine afirmó que Valle Fantástico no fue negocio. El columnista Rodolfo Rivera Pacheco revela hoy en su columna Al Pie de la Letra que ya están en venta las tierras. A 200 dólares el metro cuadrado.
Y aquí surgen las dudas:
¿Quién autorizó el cambio de uso de suelo de la zona?.
¿El corruptazo alcalde de San Andrés Cholula, David Cuautli Jiménez?. ¿A cambio de qué le autorizó permisos de modificación de uso de suelo sin pasar por el Cabildo?.
Y es que el empresario no puede vender si antes no se modificó el uso de suelo para un nuevo desarrollo habitacional. El Cuautli ahora sí se atascó; fue al bulto.
¿Qué une a un empresario priísta con una autoridad panista?. Pues el dinero.
Ya se había advertido que Henaine buscaba vender las tierras desde el principio. Meter fierros usados, habilitar a medias el parque de diversiones, aguantar pérdidas que al final se transformarían en jugosas ganancias. Rodolfo Rivera calcula que el terreno representaría un ingreso superior a los 37 millones de dólares.
Henaine presumió con invirtió 10 millones de dólares en la habitación del parque. Si suponemos sin conceder de todos modos su ganancia sería de 27 millones de dólares.
¿Por qué un particular vende lo que le fue donado y entregado en comodato?.
Ya lo dijo el clásico.
Sí, eso, eso.
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