26-04-2024 11:37:51 PM

¿Se debilita ?La Hermandad??

La madrugada del sábado, el elemento policial Miguel Ángel Salazar Corona, placa número 7302, quien realizaba labores de seguridad en la colonia Popular a bordo de la patrulla P-381, disparó un par de veces su arma calibre 9 milímetros, matrícula 036381, modelo M-9 en contra de un joven de dieciocho años hiriéndolo gravemente en la cabeza.

A simple vista, parecería que se trata de uno más de los frecuentes abusos en los que caen los uniformados poblanos, nada más.

Sin embargo, este hecho en particular podría significar un golpe mortal a un nefasto grupo que se ha incrustado desde hace varios años en la policía municipal, que se hace llamar “la hermandad” y cuyos miembros han generado un esquema de complicidades y acuerdos por debajo del agua para proteger a elementos abusivos o corruptos, beneficiándose económicamente de esta protección por un lado, y por el otro conformando un grupo de poder al interior que opera utilizando la misma lógica con la que se fortalecen las organizaciones delictivas.

Me explico.

Todo parece indicar que Miguel Ángel Salazar es uno de los miembros importantes de esta “hermandad”.

Inmediatamente después de haber baleado al joven, el uniformado se encuarteló en la corporación y solicitó inmediatamente el apoyo de sus compañeros de cofradía.

A partir de ahí, se generaron auténticas presiones para que Salazar Corona saliera impune.

Se intentó cambiar declaraciones, tergiversar los hechos, presentar al joven como un delincuente y manipular los acontecimientos para que pareciera que el policía había actuado en estricto cumplimiento de su deber.

Afortunadamente no se permitió lo anterior.

A pesar de las presiones y amenazas, el uniformado agresor fue remitido al ministerio público y tendrá que responder ante la justicia por sus acciones.

Y es que, parece ser que ahora sí la lucha contra de “la hermandad” va en serio y que poco a poco se van fracturando las sólidas estructuras que le han servido de base por décadas a este grupo de delincuentes que al amparo de un uniforme y de una placa han hecho de las suyas por décadas al interior de la policía municipal.

No operan de manera aislada.

Es un secreto a voces que “la hermandad” poblana es tan sólo una de tantas ramificaciones que esta célula delictiva tiene y que se relaciona directamente con organizaciones similares que operan dentro de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, las delegaciones locales de instancias federales como PGR y PFP, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal y de entidades vecinas a Puebla como Tlaxcala, Morelos, Guerrero y Veracruz.

Aunque no ha podido confirmarse por el manto de impunidad con la que operan, al interior de la corporación es bien sabido que los miembros de “la hermandad” han participado activamente en hechos delictivos como el secuestro express, extorsiones telefónicas, asaltos a vehículos de carga y comercios, extorsión y venta de protección a comerciantes y protección y extorsión a bandas criminales que operan impunemente en la entidad.

Sobra decir que lo anterior ha resultado un negocio muy lucrativo no sólo para quienes abiertamente forman parte de esta cofradía, sino para quienes, desde lo más alto del poder político los han tolerado convirtiéndose en socios activos de auténticos delincuentes que, paradojas de la vida, en el papel son los encargados de nuestra seguridad.

 

latempestad@statuspuebla.com.mx

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