‘Ay qué simpático gordito’, ‘el cachetoncito de allá’, ‘el cero del diez’, ‘la bolita’ y todos estos sobrenombres hacen alusión a niños que lucen como el recordado personaje de Jaime Palillo en la novela infantil ‘Carrusel’. Y aunque los niños obesos luego ‘dan el estirón’ y dejan de serlo, la mayoría conserva sus malos hábitos alimenticios hasta la adultez y como consecuencia, vienen afectaciones psicológicas, físicas y emocionales que se cargan toda la vida.